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MISIONES CAPUCHINAS
ОглавлениеDe los años 1864 y 1865 se conservan dos informes del prefecto capuchino fray Ignacio de Poggibonti, documentos que siguen la línea de los informes franciscanos, es decir, ponen énfasis en los datos estadísticos. Hay que subrayar que el prefecto propuso la fundación de escuelas para niñas.
En los informes del prefecto fray Jeremías Paglieta de los años 1867, 1868 y 1869 se registran interesantes antecedentes sobre el desarrollo de la obra capuchina. Sobresalen materias como la creación de escuelas, el desarrollo parroquial, los servicios religiosos prestados en Valdivia a los colonos alemanes, y las sugerencias de mejora963.
El informe del año 1869 enviado al gobierno por el prefecto Jeremías Paglieta dio cuenta de lo realizado en cada uno de los centros misioneros, con énfasis en las dificultades que debieron vencer para instalarse entre “los indios siempre hostiles, y recelosos de esos establecimientos religiosos”, como ocurrió en Imperial, y en “el corto número de conversión de aquellos salvajes, y los pocos resultados que se han conseguido en tantos años”. Las restantes misiones eran Toltén —en que “los indios son difíciles, rechazan la vida social”—, Queule, San José, Pilchuquen, Quinchilca —donde el misionero “encuentra más dificultades y mayores ingratitudes que lamentar y sufrir”—, Daglipulli, Río Bueno, Promagh, Pilmaiquén o Villa de San Pablo, Quilacahuin, San Juan de la Costa y Rahue. En Valdivia se atendía a todos los católicos, y no solo a los indios, y había una iglesia restaurada totalmente por los capuchinos.
El informe del prefecto Paglieta de 1871 da antecedentes sobre las misiones de Toltén, “cuyo progreso es admirable”, y de Promagh, que “sigue en un estado lastimoso”964.
El viceprefecto Alberto de Cortona envió al gobierno un informe completo y ordenado, en mayo de 1872965, en el cual expuso en forma sistemática el estado de las misiones.
Misión | Bautismo | Casados | Observación |
Imperial | 29 | 1 | Importante. 400 fieles indígenas. Escuela con 23. Incendio. Misioneros: Constancio y Luis de Camerino |
Toltén | 110 | 19 | 1600 indios y 800 chilenos. Misioneros Pedro de Regio y Juan de Bardino. Problemas con el alcohol.La escuela para mujeres no se ha concretado: muerte del prefecto. Escuela: 8. |
Queule | 10? | 9 | Población 900. La proximidad de indios fieles y de infieles produce matrimonios mixtos… “tengo la satisfacción de anunciar que dos de esos matrimonios han sido celebrados en iglesia”Misioneros: Samuel de Treto y Daniel de Sarchio. |
San José | 90 | 7 | Templo deplorable. Población de 4000 entre chilenos e indios. Misionero: Octaviano de Niza.Escuela: 44 (El cacique no envía niños porque no recibe sueldo) |
Pilchuquen | 24 y 2 adultos | 6 | Perfecta regularidad. Población 1700. Misionero: Gaudencio de Nerasca. No hay escuela porque a distancia de dos leguas está la de Chihuas. |
Quinchilca | 9 adultos, 60 niños | 8 | Parecida a Queuli. Población 1700. No hay escuela. Proximidad de indios infieles de Guanquehue al noreste, y de los Petrohué y de Riñinahue al sur es la causa de los matrimonios mixtos. Misionero: Constantino de Voire. |
Daglipulli | 80 niños | 11 | Iglesia construida. Misionero Marcos de Montua |
Río Bueno | 104 niños | 22 | Misionero P. Agustín de Bolonia. La escuela es del Gobierno. |
Promagh | 131 niños | 22 | Misionero: Urbano de Bolonia, |
Pilmaiquén o Villa San Pablo | 148 | 29 | Población 1600 chilenos e indios. Todo marcha con regularidad. Misionero Pablo de Bolonia |
Quilacahuin | 147 | 37 | Misionero Gabriel de Pesaro. Población 2000 indígenas. |
S. Juan de la Costa | 79 | 12 | Población 2000. Misionero Francisco de Lassari. Escuela 31 niños. |
Rahue | 341 niños | 42 | Cuatro años de existencia. Tiene casa e iglesia. Las compras de terrenos han sido con recursos privados. Misionero Francisco de Cesena. Población 4500. Requiere escuela. |
Valdivia | 98 | 3 | Población de 600 indios. Misioneros: Floreciano de Plaid y Miguel Ángel de Udine. |
TOTALES | 1374 | 176 | Clases a 199 niños |
De todo lo anterior se puede afirmar que el desarrollo misional ad gentes fue el resultado concreto de una política pública constante y regulada por un marco legal elaborado en 1847. Aunque la existencia de tal política sobre las misiones se percibe desde los años iniciales de la república, ella comenzó a consolidarse hacia fines del decenio de 1840, con la llegada de los frailes capuchinos.
En el marco legal de 1847 el Estado estableció la responsabilidad educativa formal de las misiones. En virtud de ella en cada misión debía fundarse y desarrollarse una escuela fiscal, asociada al centro misional. En ella se ofreció la enseñanza primaria y, a medida que se consolidaba la estructura física, se entregaba formación práctica o técnica. Por otra parte, la formación de las niñas fue una prioridad constante en la tarea educacional y se intentó dejarla en manos de religiosas.
Desde 1847 el territorio misional fue entregado y distribuido a dos gobiernos eclesiásticos: los franciscanos, con los colegios de Chillán y Castro, y los capuchinos, con asiento en Valdivia en sus comienzos y después, desde 1852, con la casa provincial en Santiago.