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Decisiones trascendentes para resolver el conflicto

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En el seno de la familia, consideraban que la clave para destrabar el conflicto fue el sistema de alternancia Arroz — Pacú el cual era innovador y ambientalmente sustentable. “Cuando se habla de producciones agropecuarias sustentables, la rotación de cultivos es una de las primeras cosas que vienen a la mente. Difícilmente se piense en explotaciones que combinen arroz con piscicultura”, comentaba un periodista del Centro de Estudios e Investigación Social Nelson Mandela25.

“Por todo esto, vemos no solo una solución al conflicto, sino como una sinergia: el arroz brinda la estructura del canal, el desagüe, los caminos, los sistemas de riego y alimento al pacú; y éste le devuelve un lote limpio, sin malezas, sin plagas y fertilizado para un nuevo ciclo de arroz. Todo cierra en términos de sustentabilidad”, comentaba entusiasmado Eduardo Meichtry.

Eduardo se vio sorprendido por la gestión de sus hijos, con la habilidad y compromiso con que lo hicieron, como la gestión de informes al juzgado y al ministerio de sanidad vegetal, y cómo se movieron para encontrar una solución al conflicto y a la continuidad de la empresa. Creía que había una verdadera vocación para ayudar al padre y a sacar el proyecto adelante.

La familia toda, veía el conflicto como un factor de unión de la familia y un aprendizaje en el qué hacer como empresarios y como “Familia Empresaria” dado que también, hasta la madre, Sara, actuó como contenedora de esta situación tan problemática: “Gracias a la adversidad salimos adelante” reflexionaba Eduardo.

Sara se involucró en la empresa cuando Marcos, el menor de los hijos empezó la facultad. Germán, el marido de Eugenia, también empezó a colaborar con Sara en la actividad ganadera desde su conocimiento y experiencia como Veterinario. Así en julio de 2010 toda la familia estaba involucrada en la empresa.

En poco tiempo se habían producido cambios que Eduardo no se había imaginado: “Todos aprendieron, y aprendimos, a trabajar en familia, y el conflicto nos ayudó a buscar a cada uno su lugar en la empresa. Siempre fui una persona que trate de “dejarles hacer” a nuestros hijos, y que cada uno fuera libre de elegir sin presiones ni imposiciones la función que debía y podía realizar. “Creo que los chicos están muy contentos con lo que hacen; son diferentes en sus pensamientos, y creo que han madurado dentro de la empresa”.

Y agregaba: “A partir de la solución de la crisis ambiental por la piscicultura, no solo cambió nuestra condición de ser un productor que pasó de sembrar arroz, a tener un ciclo integrado con la cría y comercialización del pacú. El agregar en forma progresiva mil hectáreas de cría de Pacú disparó y despertó un espíritu emprendedor para trascender la adversidad y pensar y crear un proyecto integral que no solo fortaleció a la familia, sino que benefició a toda la región. Así no solo desarrollamos una familia empresaria, sino una familia socialmente comprometida”.

De la empresa familiar a la familia empresaria

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