Читать книгу El convenio arbitral electrónico y su prueba - Marta Grande Sanz - Страница 13

En la mediación las partes resuelven su conflicto alcanzando un acuerdo por sí mismas, aunque con la ayuda de un tercero neutral o mediador que debe canalizar las comunicaciones entre las partes y crear el espacio de diálogo necesario para que expresen su versión de la situación, sus opiniones, sus puntos de vista, sus intereses y necesidades y fijen los puntos del conflicto de manera que vayan acercando sus posiciones hasta llegar a un acuerdo20. La Ley 5/2012, de 6 de julio, de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles (en adelante, Ley 5/2012)21 regula este sistema alternativo de resolución de conflictos.

La mediación resulta útil cuando las partes no sean capaces de llegar a un acuerdo por sí mismas a través de la negociación ya que la intervención de un tercero les permitirá comunicarse de forma constructiva y colaborar entre sí para resolver su conflicto. El mediador no impondrá la solución, a diferencia de lo que ocurre con el juez o el árbitro, sino que ayudará a las partes y colaborará con estas para que alcancen una solución negociada y dialogada22. El mediador podrá utilizar medidas persuasivas, integradoras e incluso disuasorias para acercar las posturas de las partes en conflicto y propiciar el acuerdo que deberán aprobar las partes, pero, en ningún caso, será impuesto por el mediador.

El mediador no debe ceñirse solo a los aspectos legales del conflicto, sino que puede tener en cuenta, con carácter preferente, los intereses de cada parte para llegar a una solución pactada. Sin embargo, el pacto no puede ser contrario a una norma imperativa (art. 6.3 del CC) ni contrario a derecho (art. 25.2 de la Ley 5/2012).

La mediación puede funcionar como sistema alternativo a la jurisdicción o arbitraje o como sistema para poner fin a la jurisdicción o al arbitraje. El acuerdo podrá ser título ejecutivo si las partes deciden elevarlo a escritura pública ante notario.