Читать книгу El gobierno de la función legal en las organizaciones - Miguel González Inés - Страница 56
RELACIÓN ENTRE EL DIRECTOR LEGAL Y EL DIRCOM DE LA COMPAÑÍA
ОглавлениеCuando se piensa en la relación entre el abogado interno de empresa y los dircoms, la literatura y la filmografía nos traslada automáticamente a situaciones de crisis empresarial. Sin embargo, la vida de la empresa cuenta con muchas situaciones más cotidianas en las que la colaboración entre los dos departamentos podría favorecer el funcionamiento de la compañía.
La colaboración entre los responsables de comunicación y los abogados de empresa encierra gran complejidad porque sus objetivos dentro de la organización parecen muy dispares. En numerosas ocasiones los miembros del departamento de comunicación creen que los abogados no entienden la importancia de una imagen positiva. Los abogados, en cambio, aseguran que son los responsables de comunicación los que no comprenden los aspectos jurídicos y cómo el hecho de difundir públicamente aspectos legales puede perjudicar a los intereses de la compañía (Reber, Cropp & Cameron, 2001).4
En ocasiones, la estrategia que debe desarrollar el departamento de comunicación es más eficaz que la estrategia jurídica porque su resultado es construir relaciones a largo plazo con los stakeholders (públicos objetivos). Estas relaciones pueden mejorar la reputación de la compañía y, como consecuencia, tener un impacto positivo en los ingresos y beneficios (Fitzpatrick & Rubin, 1995). En este sentido, Fitzpatrick y Rubin consideran que la estrategia de comunicación puede crear relaciones beneficiosas con los stakeholders a largo plazo. En su opinión, las estrategias legales tienden a ser más cortoplacistas y pueden suponer un coste para la reputación de la organización.5 Juan Francisco Polo, asegura en su obra “La comunicación efímera” que las respuestas que las compañías ofrezcan a sus públicos objetivos tienen que ser rápidas y concisas. En este sentido afirma que “el abogado es un complemento del comunicador, pues determina los riesgos y compromisos legales del contenido u oportunidad de determinadas comunicaciones. Pero, en algunas ocasiones, puede convertirse en un obstáculo”.6
Si bien es verdad que estas visiones pueden parecer extremas, no nos podemos engañar cuando la realidad nos muestra que, a veces, las soluciones jurídicas de algún asunto empresarial llegan cuando ya no existe ninguna compañía que las necesite. En ocasiones, llegar a los tribunales no es más que el anuncio de una muerte anunciada y ya no hay una estrategia empresarial sino solo la posibilidad de salvar todo lo que se pueda mientras se hunde el barco.
Por eso, no se debe despreciar nunca la importancia de la colaboración de los departamentos anticipándose a los riesgos y detectando oportunidades, trabajando de forma conjunta. Como ya se ha dicho, tanto la función jurídica como la de comunicación pueden resultar determinantes en la construcción de la reputación corporativa, un intangible esencial en la actualidad para la supervivencia de una compañía.
Los directores jurídicos todavía no tienen entre sus prioridades conocer la evolución y la estrategia del negocio. Además, la mayoría no consideraba que una de las claves en el futuro de su función será conocer y prevenir el impacto de las reformas legislativas que puedan afectar a la compañía, tal y como se defenderá a continuación.