Читать книгу El grupo interno - Samuel Arbiser - Страница 19

Pichon Rivière incluye en el concepto de grupo interno a su ámbito espacial: la dimensión ecológica, cuya depositación en el mundo externo configura aquello que para los “argentino-parlantes” se expresa en palabras como “querencia”, “pago”, que trasuntan un alto valor afectivo. A mi entender, esta connotación afectiva se remonta al primer continente de los objetos, o sea el cuerpo materno; y se extiende luego a ámbitos geográficos circunscriptos que contienen aquellos objetos con los que se mantuvo significativos ligámenes afectivos de alto valor narcisista (idealizados o persecutorios) y se constituyeron en las primeras identificaciones. Siguiendo esta línea de ideas acerca de la dimensión ecológica y su vinculación con la raigambre profunda de la identidad, me interesaría sugerir como hipótesis su relación con la creación artística del hombre: la música, la literatura, las artes plásticas, etc. Con esto quiero decir que el material del cual el artista extrae su obra provendría del archivo donde se almacenan las experiencias sensoriales más primarias y sus derivaciones posteriores, y que conforman el contexto dentro del cual las primeras experiencias objetales constituyen el texto. Sólo el artista podría darle aquellas formas al material sensorial, que le permitirían conservar la vertiente de universalidad del mensaje de su obra. Mientras que el código lengua varía en las diversas regiones de la tierra, el arte en gran medida, conserva su sello de universalidad. Al respecto cabría la cita del poeta Rilke: “Las cosas no son tan comprensibles y descriptibles como generalmente se nos quiere hacer creer. La mayor parte de los acontecimientos son indecibles; se consuman en un ámbito en el que jamás ha penetrado palabra alguna, y más indecibles todavía son las obras de arte, existencias misteriosas cuya vida perdura, al contrario de la nuestra, que pasa”. (1903/8, p. 22)