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Оглавление1 Sinesio escribe hylēgenéas (un hápax eireménon ) oístrous , las pasiones y deseos (literalmente, «los tábanos», cf., por ejemplo, EURÍPIDES , Hipólito 1300 o Argonáuticas órficas 47) originados por la materia (hýlē , desde Aristóteles).
2 Cf. también la oposición materia (hýlē) / inteligencia (noûs) en JÁMBLICO , De comm. mathem. scientia 4, y PROCLO , Institutio Theologica 72, etc.
3 Plékomen stéphanon (cf. H. I 396 ss., IV 5 y 24): cf. EURÍPIDES , Hipólito 73 (= GREGORIO DE NACIANZO , Christus patiens 2582). Según los escolios (ed. Schwartz) el Hipólito stéphanon puede ser una corona o, en sentido figurado un himno. Cf., en general, el motivo de la corona trenzada en las Odas de Salomón I 2, V 12, IX 8 ss., XVII 1, XX 7 s., que constituyen la colección más antigua conservada de himnos cristianos.
4 Thým’ (a) anaímakton , cf. GREGORIO DE NACIANZO , Carm. II 10, 1; PORFIRIO , De Abstin. II 45. Estos sacrificios se oponen a los sangrientos (hiereîa , cf. TUCÍDIDES , I 126; PLATÓN , Leyes 782c), condenados explícitamente por OROSIO IV 21, 5 ss.
5 Para la ofrenda que consiste en la alabanza de los labios, cf. Salmos 34, 1 s.; Odas de Salomón XVI 1 s., XX 4, XL 2; Corpus Hermeticum, Poimandres I 31.
6 Aunque el epíteto kleinós es de uso rutinario (y vacío de significado) en la lengua poética del s. IV (ed. LACOMBRADE , n. ad loc. ), aquí encierra un sentimiento sincero, al volver el poeta a Cirene después de tres años en Constantinopla, cf. WILAMOWITZ , Sitzb. Berl. Ak. Sb. 14 (1907), 283.
7 Prýtanis: en los LXX, Sabiduría 13, 2, los astros, «lumbreras celestes», son prytáneis kósmou (Vulgata: aut solem et lunam, rectores orbis terrarum).
8 Kólpos: «designa el amor creador del Padre» (ed. LACOMBRADE , n. ad loc .), como en los Oráculos caldeos. Cf. Himnos de Qumrán 19 (col. X 16): «Mi alma se siente acogida en el regazo de tu amor» (M. JIMÉNEZ -F. BONHOMME , Los Documentos de Qumrán , Madrid, 1976, pág. 121).
9 Para esta traducción de tanaâs , cf. ed. LACOMBRADE , n. ad loc.
10 Cf. la Carta 148: «al extremo sur de la Cirenaica», donde se hallaba la propiedad de Sinesio.
11 Kēritrepê: H. I 66, 509, 540): cf. HESÍODO , Los trabajos y los días 418, kēritrephéōn anthrṓpōn , «de los hombres nacidos para la muerte» (o la desgracia).
12 De euphameítō / aithḗr , tenemos un paralelo en el Himno al Sol de Mesomedes. Cf. CALÍMACO , Himno a Apolo 18, euphemeî kaì póntos.
13 En Efesios 2, 2, Pablo menciona al «soberano del imperio del aire».
14 Fantasmas o sombras: el epíteto eidolōcharḗs hace referencia a la insubstancialidad de la materia (cf. ed. LACOMBRADE , n. ad loc .). Para la imagen de los perros de los versos siguientes (93 s., 96 s.): Salmos 22, 17; Odas de Salomón XXVIII 14 (cf. Salmos 57, 5; y, en un contexto distinto, SOLÓN , 24, 27 ADRADOS ).
15 Porthmeûsi... hýmnōn: cf. EURÍPIDES , Alcestis 253, nekýōn... porthmeús (Caronte); y, en sentido metafórico, LIBANIO , Discursos XVIII 15.
16 Omphá , voz divina, procedente de los dioses, ya en HOMERO : cf. Il. II 41, XX 129, etc.; Od. III 215, etc. Esta voz divina (que sustituye, en cierto modo, a la invocación a la diosa de los himnos y la épica tradicional) le permite al poeta comenzar propiamente (desde el «arrancadero» o línea de partida, balbîdas ) sus alabanzas a Dios.
17 Hílathi moí , «séme propicio», fórmula griega corriente en súplicas y oraciones a los dioses: Od. III 380; Himnos homéricos XX 8; TEÓCRITO , Idil. XV 143; etc.
18 Para el tópico de la luz vencedora de las tinieblas, cf., por ejemplo, Ev. Juan 1, 4; Odas de Salomón XV 2; Himnos de Qumrán 16 (col. VIII 34 s.), 17 (col. IX 26 s.); IRENEO , Contra las herejías I 29, 1 s.; ORÍGENES , Contra Celso V 11; PROCLO , Himnos V 9 s., VI 31 ss.; etc. Para el de la inteligencia humana incapaz de alcanzar las alturas de Dios («desde tu atalaya», en el v. 127), cf. Romanos 11, 33; Odas de Salomón XXVIII 20; ORÍGENES , Contra Celso VI 17; HIPÓLITO , Refutación de todas las herejías V 7, 23; PLOTINO , Enéadas I 7, 1, 20; etc.
19 Ábaton: «inaccesible (el camino) a los sabios y a los no sabios», escribe PÍNDARO , Olímp. III 44 s.
20 Sigo la traducción de Lacombrade de epì prōtophaès (aplicado a la luna nueva en TRIFIODORO , 517) eîdos , términos para referirse al Hijo, cf. H. II 87 ss. (prōtósporon eîdos en H . V 42 y IX 64).
21 Cf. la imagen en Oráculos caldeos, Fr. 34, 2 y 37, 14 DES PLACES ; PSEUDO -DIONISIO AREOPAGITA , De divinis nominibus 645b.
22 El sentido de estos versos es oscuro. Parece que el poeta piensa que sólo a través del Hijo y el Espíritu puede la inteligencia humana «presentir el esplendor del Padre» (cf. ed. LACOMBRADE , n. ad loc .). Recuérdese, Ev. Juan 14, 7: «Si me conocéis a mí, también a mi Padre lo conoceréis» (cf., Ev. Juan 8, 19, y ORÍGENES . Contra Celso VI 17).
23 Patérōn pántōn / páter, autopátōr, / propátōr apátōr: cf. Hebreos 7, 3, apátōr... amétōr (Melquisedec, prefiguración de Cristo); Himnos órficos X 10 (phýsis) autopátōr, apátōr (cf. JÁMBLICO , Mist. egipc. VIII 2); NONO , Dionisíacas XLI 53 (phýsis) apátōr... amétōr.
24 Cf. la apóstrofe « Virgen Madre, hija de tu hijo » de DANTE , Divina Comedia, Paraíso XXXIII 1 (cit. en ed. LACOMBRADE , n. ad loc .). Cf. un comentario sobre el «Pre-Padre» gnóstico en J. MONTSERRAT TORRENTS , Los gnósticos I, Madrid, 1983, págs. 252 s.
25 Proanoúsie: anoúsios (opuesto a ousiṓdēs ) es la dýnamis de Dios en PROCLO , Institutio Theologica 121. Dios es anterior a la noción misma de esencia (cf. ed. LACOMBRADE , n. ad loc .). Cf. las palabras de PLOTINO sobre el «inteligente primario» en Enéadas V 6, 1. Para noûs , «intelecto» («mente-espíritu»), cf. el comentario de J. MONTSERRAT TORRENTS , Los gnósticos I, pág. 92, n. 8.
26 Amphiphaés , cf. Oráculos caldeos, Fr. 1, 4 DES PLACES .
27 En la piedra Rosetta (línea 4), por ejemplo, leemos este adjetivo, aiōnóbios , aplicado a Ptolomeo («... imagen viva de Zeus, hijo de Helio, Ptolomeo, de vida eterna , amado por Ptah...»); y a Hermes en los papiros de magia griegos (Papyri graecae magicae V 176 PREISENDANZ ).
28 Ochetēgè theôn: Lacombrade traduce «arteria vivificante de los dioses». El término, en sentido metafórico, también se lee en NONO , Paráfrasis al evangelio de Juan IV 21, XVI 13.
29 Pneumatoergè , el Espíritu Santo, aunque también cabría entender «creador de los espíritus».
30 Psychotróphe , cf. Himnos órficos XVI 3 «(Hera) que concede a los hombres suaves brisas, alimentos de las almas » (o de la vida).
31 La misma expresión en Oráculos caldeos, Fr. 30 DES PLACES .
32 O «la mónada de las mónadas», cf. IRENEO , Contra las herejías I 11, 3; ATENÁGORAS , Legación en favor de los cristianos 6 («... uno define a Dios como número inefable... Dios es la mónada, esto es, el uno»); PLOTINO , Enéadas V 1, 8, 25 («el Uno primario»); V 3, 12, 51 («el Uno en sí»); V 3, 15, 5 («el Uno absoluto»); etc.
33 Para una correcta interpretación, cf. P. HADOT , Porphyre et Victorinus I, París, 1968, pág. 99 (cit. en ed. LACOMBRADE , n. ad loc .): Jámblico, en contraposición a Plotino en este punto, distingue un mundo inteligible (noētós) y los dioses intelectuales (noeroí) que lo contemplan.
34 Está demostrado (cf. ed. LACOMBRADE , pág. 82, n. 2) que todo este simbolismo místico (cf. H. V 60 ss.) deriva de los Oráculos caldeos (para las expresiones «el uno y el todo...», cf. PLOTINO , Enéadas V 3, 11, 9). No obstante, los puntos de contacto con las ideas gnósticas valentinianas son evidentes: cf., por ejemplo, IRENEO , Contra las herejías I 1, 1; I 11, 3; I 15, 1 s.; cf., también, Corpus Hermeticum, Poimandres I 9 y 15; Asclepios 20; y el evangelio gnóstico El libro secreto de Juan 1, 16 s.; 3, 8.
35 Cf. Oráculos caldeos, Fr. 18 DES PLACES ; IRENEO , Contra las herejías I 1, 1; PLOTINO , Enéadas VI 9, 8 s.; PSEUDO -DIONISIO AREOPAGITA , De divinis nominibus 913 b.
36 Cf. vv. 159 y 180 s. De nuevo la repetida coincidentia oppositorum en el Ser Supremo: cf. J. MONTSERRAT TORRENTS , Los gnósticos I, pág. 94, n. 13.
37 Cf. Corpus Hermeticum, Poimandres I 9 (ho noûs apekýēse héteron noûn dēmiourgón); y, por ejemplo, TEÓFILO DE ANTIOQUÍA , A Autólico I 4 (Kýrios..., patḕr..., dēmiourgòs dè kaì poietḕs...); o ARÍSTIDES , Apología XV 3 (tòn theòn ktístēn kaì dēmiourgòn...). Sobre el demiurgo en la gnosis cf. J. MONTSERRAT TORRENTS , Los gnósticos I, págs. 268 s. Para el término prochytheís , «derramado, emanado», cf. H. II 109, n. 16. La idea de que Dios derrama el Espíritu Santo (verbo ekchéō ) está en Joel 2, 28; Hechos 2, 23; Tito 3, 6; ATANASIO , Epístolas a Serapión III 1; etc.; y cf. ATANASIO , Discurso contra los arrianos II 18; PLOTINO , Enéadas VI 8, 18, 20.
38 Mónas,..., triás: este último término, antes de adquirir su sentido cristiano en la patrística (desde Teófilo de Antioquía), fue utilizado por PLATÓN (Fedón 104a, etc.; cf. ARISTÓTELES , Metafísica 1081a34) y, posteriormente, por los neoplatónicos (cf. ed. LACOMBRADE , n. ad loc .). Por otra parte, estas palabras de Sinesio sobre la Trinidad están estrechamente conectadas con las de GREGORIO DE NACIANZO , Discursos XXXIX 11.
39 El Espíritu Santo, cf. H. II 94 ss.
40 Tò prooúsion ón: Lacombrade y Garzya traducen también «preesencial». Este epíteto es aplicado por JÁMBLICO , Mist. egipc. VIII 2 y X 5, al «dios creador que procede del Uno». De cambiar la puntuación del texto (dando, pues, al verbo blastánō valor transitivo), traduciríamos (vv. 219-224): «... y esta misma voluntad, naturaleza intermedia inexpresable, hizo germinar lo que es preesencial. Para los vv. 222-226, cf. el discutido pasaje de PLATÓN , Cartas II 312e (= ATENÁGORAS , Legación en favor de los cristianos 23, 4): «En torno al rey de todo está todo y por él existe todo y él es la causa de todo lo bello; en torno al segundo está lo segundo y en torno al tercero lo tercero». En estas palabras (escritas «para que el que lea no entienda», según el propio Platón) reconocieron los escritores cristianos un primer apunte del misterio de la Santísima Trinidad. Cf. H. II 90 ss.
41 Cf. n. 33.
42 «Entre el Autor de la vida (v. 230) y el Verbo que la ha recibido (v. 231) existe la Voluntad mediadora» (ed. LACOMBRADE , n. ad loc .). Cf. H. II 96 ss.
43 Es decir «de curso ilimitado». El epíteto bathýrroos se aplica tradicionalmente al océano y a los ríos.
44 Ni siquiera la eternidad pudo conocer esa procreación del Hijo, por carecer éste de límites temporales (cf. ed. TERZAGHI , pág. 101). En PLOTINO , Enéadas VI 8, 20, 24 s., el Uno-Bien trasciende la eternidad (cf. J. IGAL , Porfirio, Vida de Plotino. Plotino, Enéadas I-II, Madrid, 1982, pág. 47).
45 Sigo la traducción de Lacombrade para ebrábeuse tomán.
46 Hoi noeroí: cf. n. 33.
47 Cf. n. 7.
48 Cf. H. II 155 ss. Por este cuerpo glorioso ha de entenderse «el cielo de los astros fijos, cuyo movimiento parece opuesto al de los planetas» (ed. LACOMBRADE , n. ad loc .).
49 Seres divinos (zōnaîoi) que gobiernan las órbitas planetarias o que se encuentran fuera de la región o esfera celeste (ázōnoi): cf. SERVIO , Ad Aen. XII 118; PROCLO , Comentario al Parménides , pág. 494 STALLBAUM .
50 Oiēkophórous es un hápax , cf. oiakonómos en ESQUILO , Prometeo encad. 149; y oiakostróphos en PÍNDARO , Ístm. IV 78 BOWRA ; ESQUILO , Los siete contra Tebas 62, Prometeo encad. 515; EURÍPIDES , Medea 523, etc.
51 Seirá: la «serie» o «la cadena», cf. DAMASCIO , Sobre los principios XLV 95. PROCLO , Comentario al Timeo I 341, habla de angeliké táxis.
52 Se sobreentiende «te canta».
53 Cf. ORÍGENES , Contra Celso VII 70; en palabras de Celso, las obras de un dios, de los ángeles, de los démones o de los héroes están bajo la ley del Dios Supremo.
54 Zeidṓrois: también Sinesio debe de entender este epíteto como derivado de záō (no de zéa ) y equivalente a biódōros (según la explicación de Hesiquio): cf. EMPÉDOCLES , Fr. 151 DIELS -KRANZ (de Afrodita); NONO , Dionisíacas XII 23 (de Helio), XXII 276 (de Dioniso).
55 En estos versos también existen semejanzas con los Oráculos caldeos , cf. ed. LACOMBRADE , n. ad loc .
56 Cf. vv. 400 s.
57 Indalmôna: hápax conjetura de Christ (indálmonas codd.). Cf. ed. LACOMBRADE , n. ad loc.: «La naturaleza de aquí abajo es un reflejo de la naturaleza eterna».
58 Para la acción divina en el mundo hay que contar, pues, con diversos grados, que se especifican así en ed. LACOMBRADE , n. ad loc. (que cita a W. THEILER , Die Chaldäischen Orakel... , pág. 25, n. 2):
noētón
noerón
hyperkósmion
enkósmion
bythós
empýrion
aithérion
hylaîon
pēgaîon
ázōnon
zōnaîon
59 Para esta expresión y la idea del pasaje, cf. MACROBIO , Sueño de Escipión I 12, 15, que llama al cuerpo «la hez de lo divino».
60 Mḗteira sólo está documentada antes como varia lectio (de Zenódoto y Aristófanes de Bizancio, en lugar de dmḗteira ) en Il . XIV 259.
61 Literalmente: «a partir de las vidas con distintas voces».
62 Pasaje discutido. Otra traducción podría ser: «el cielo infatigable y ardiente».
63 Para esta alabanza universal a Dios, cf. Salmos 19, 1-5; pero también el tratado pseudo-aristotélico De Mundo VI 399b.
64 Cf. JÁMBLICO , Mist. egipc. V 11 s.
65 Anagōgà pháē: se trata de la elevación de las almas, como en JULIANO , Discursos 173c y JÁMBLICO , Mist. egipc. II 6, etc.
66 Se sobreentiende «mi alma», cf. v. 358.
67 Aquí, con átē , ya no alude Sinesio a la «intervención psíquica» en el hombre por parte de un agente externo (cf. E. R. DODDS , The Greeks and the Irrational = Los griegos y lo irracional [trad. M. ARAUJO ), Madrid, 1980, págs. 19 ss.; y F. A. GARCÍA ROMERO , «La intervención psíquica en los Posthomerica de Quinto de Esmirna», Habis 17 [1986], 109-116), sino a la obcecación del alma sometida a la materia, a lo terrenal (cf. vv. 264 s.).
68 Cf. n. 3.
69 Kranaoû: esta aplicación a kósmou es original de Sinesio.
70 Neátou pythménos: «el último fondo», cf. SOLÓN , 1, 10, ADRADOS , ek neátou pythménos.
71 Cf. PLOTINO , Enéadas II 9, 2, 15.
72 Éste parece ser aquí el sentido de dierôn (cf. la corrección de Wilamowitz, dyerôn ), ya interpretado así por el alejandrino Calístrato en Od. VI 201. Cf. ed. LACOMBRADE , n. ad loc.
73 Sigo la traducción de Lacombrade para kêras.
74 Se trata de su estancia en Constantinopla.
75 Cf. Salmos 6, 7; Himnos de Qumrán 17 (col. IX 4 s.).
76 En el texto griego hay un anacoluto: neoì... epì pántas éban.
77 Es decir, en la orilla opuesta del Bósforo, donde en el 685 a. C. los megarenses fundaron Calcedón (para, posteriormente, alrededor del 615 a. C. fundar Bizancio en la orilla europea).
78 Tlámoni psychâi: cf. PÍNDARO , Píticas I 48.
79 Cf. Odas de Salomón XVIII 3.
80 El verbo empleado es krínō , que con el sentido de «adjudicar» o «atribuir» ya está en PÍNDARO , Píticas VIII 84 y SÓFOCLES , Áyax 443.
81 Cf. vv. 390 s.
82 Para esta «iluminación», por medio de la cual se puede ascender hacia Dios, cf. PLOTINO , Enéadas V 3, 12, 40; V 55, 23; VI 4, 15; y JÁMBLICO , Mist. egipc. I 12, III 13 y 21.
83 El sello divino del alma, al que también se refieren los Oráculos caldeos, Fr. 2, 3 y 109, 3 DES PLACES .
84 Cf. Sabiduría 7, 22, y Oráculos caldeos, Fr. 104 DES PLACES .
85 Cf. PLATÓN , Timeo 30b. Para la mención de la «chispa» o «centella» (spinthḗr) del v. 561, cf. IRENEO , Contra las herejías I 24, 1; HIPÓLITO , Refutación de todas las herejías V 19, 16; CLEMENTE DE ALEJANDRÍA , Extractos de Teódoto III 1 s.
86 Desde el v. 24 se repite el vocativo ánax (que traducimos por «Señor»; vv. 144, 271, 375, 450, etc., ya aplicado a los dioses en Il. XVI 514; Od. V 445, 450, etc.), siempre a final de verso (monómetro anapéstico), donde Sinesio no admite el dáctilo y, por tanto, no utiliza kýrie , que sí podría haber encajado en el primer pie. El término kýrie es corriente en los textos cristianos, pero no aparece en los Himnos de nuestro autor.
87 Cf. SINESIO , Sueñ. 139c.
88 Mágois... téchnais: cf. FILÓSTRATO , Vida de Apolonio I 2.
89 Es decir, la mirada o luz superior que reside en el ser: cf. BOECIO , Cons. filos. III, m. 11, 9 ss. (cit. en ed. LACOMBRADE , n. a H. IX 101); CLEMENTE DE ALEJANDRÍA , Extractos de Teódoto I 3; e HIPÓLITO , Refutación de todas las herejías V 19, 6 s.
90 Cf. la ascensión del alma a la región inteligible en PLATÓN , República 517b.
91 Cf. Corpus Hermeticum X 24: «el alma ahogada por el cuerpo».
92 Cf. vv. 375 s. y n. 65.
93 Anánkē , de antiguo personificada como representación del destino.
94 Literalmente: «este engañoso nacimiento» (o generación). Lacombrade traduce «ce monde spécieux de la génération».
95 Este sello es el bautismo, como, a veces, en los textos herméticos y gnósticos y en los Padres de la Iglesia: cf. CLEMENTE DE ALEJANDRÍA , Extractos de Teódoto 83 (acerca de los valentinianos); HERMAS , El Pastor , Comparación IX 16, 4, «el sello es el agua»; IRENEO , Epídeixis 3 y 100.
96 Cf. Oráculos caldeos, Fr. 66 DES PLACES .
97 Lêmai (cf. la Carta 105): Lacombrade traduce «ilusiones legañosas» («illusions chassieuses»). El término ya lo utiliza en sentido metafórico («lo que ofusca u obscurece la mente») ARISTÓFANES , Pluto 581, y, entre los escritores cristianos, TEODORETO en su comentario a 2 Corintios 3, 18 (tês apistías lêmai) . Cf. el verbo lemaó en PLOTINO , Enéadas I 6, 9, 26 («el ojo legañoso de vicios...») y TEODORETO , Expositio rectae confessionis 17.
98 Traducimos la conjetura de Lacombrade para esta laguna. Mariotti propuso «⟨de sus propios dones⟩».
99 Mastropós: este término con sentido metafórico ya está en JENOFONTE , Banquete IV 57 y LUCIANO , Amores 16.
100 Cf. n. 93.
101 La fuente primera de esta imagen está en las dos tinajas de Zeus de Il. XXIV 527 ss.
102 El término utilizado, krētḗr , ha perdido su sentido etimológico (la vasija para mezclar el vino y el agua: de keránnymi , «mezclar»). La copa es de vino puro, con lo que se insiste en la idea de los vv. 675 ss. Cf. PLATÓN , Fedro 247e.
103 Cf. los Himnos de Qumrán 10 (col. V 37 ss.).
104 Al aceptar a Pandora por esposa: cf. HESÍODO , Trabajos y días 59 ss.
105 Según la opinión de Terzaghi (ed., págs. 159 s.), los familiarizados con Homero identificarían este prado con el de los asfódelos de Od. XI 539, por donde marcha el alma de Aquiles tras su conversación con Odiseo. Cf., también, Salmos 23, 2.
106 El verbo speúdō es corriente para designar la búsqueda del Padre: Oráculos caldeos, Fr. 115 DES PLACES ; PLOTINO , Enéadas I 6, 8, 16; III 4, 2, 12; etc.
107 Cf. vv. 375 s. y n. 65.
108 Cf. vv. 37 s.
109 Cf. BOECIO , Cons. filos. III, m. 9, 22 ss. La influencia directa de Sinesio sobre este autor latino parece excluida. Las afinidades se explican, según Courcelle (cit. en ed. LACOMBRADE , n. ad loc. ), porque el pensamiento de Boecio debe bastante a las enseñanzas de Amonio.
110 Cf. ESQUILO , Agamenón 1282.
111 Cf. vv. 379 ss.