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ОглавлениеHIMNO V
Con el nacimiento de un nuevo día el poeta vuelve a cantar a Dios, como hacían los antiguos cristianos, según el testimonio de PLINIO EL JOVEN , Cartas X 96, 7 (recuérdese que, desde muy pronto, se asoció la resurrección de Cristo con el nacimiento del sol: cf. CIPRIANO , Cartas 63, 16). A una concepción del universo basada en los alejandrinos le sigue la alabanza de la Trinidad (v. 26) y su poder, con expresiones que apuntan (como en el H. I) al gnosticismo o a la mística de los Oráculos caldeos (cf. n. 17).
Tanto el contenido (aún se percibe con fuerza el influjo de Hipatia) como la versificación (muy familiar a la lírica pagana) hacen pensar que nos encontramos ante uno de los himnos más antiguos.
Métrica: dímetro jónico menor, a menudo por anaclasis, bajo la forma de anacreóntico (cf. H. IX).
De nuevo la luz, de nuevo la aurora, de nuevo el día resplandece tras la tiniebla noctívaga. Canta de nuevo, corazón [5] mío, en himnos mañaneros a Dios, que dio la luz a la aurora, que dio a la noche estrellas, coro que danza alrededor del universo.
[10] La superficie de la materia turbulenta 1 la ocultó el éter, alzado en lo más puro del fuego, donde la luna radiante corta el extremo inferior de su órbita 2 . Más allá de la octava esfera 3 de esas revoluciones portadoras de [15] astros, un flujo vacío de estrellas, que arrastra bajo su seno los repliegues 4 de curso retrógrado 5 , danza en torno al gran Intelecto 6 , que con sus blanquecinas alas cubre [20] los extremos del universo soberano 7 . Más adelante, un bienaventurado silencio envuelve la indivisible división de los Intelectuales y de los Inteligibles 8 .
La única fuente, la única raíz brilla bajo la forma de [25] una triple luz: pues allí el abismo del Padre, allí también el Hijo glorioso, ese alumbramiento del corazón, sabiduría artesana del universo 9 , y el resplandor de unidad de la [30] Espiración Santa 10 brillan. La única fuente, la única raíz revela la opulencia de sus bienes y al germen supraesencial 11 [35] que hierve bajo los impulsos generadores: aquélla ilumina 12 los admirables resplandores de las esencias bienaventuradas, desde donde, ya en el universo, el coro [40] de imperecederos soberanos 13 canta en himnos intelectuales la gloria del Progenitor y a la primera Forma por él sembrada. Cerca de sus benévolos creadores, el ejército inmarcesible [45] de los ángeles, unas veces con la mirada fija en el Intelecto, recoge el principio de la belleza, otras con la mirada fija en las esferas, rige los abismos del universo, [50] arrastrando el universo superior hasta incluso el último confín de la materia, donde la naturaleza abatida crea la [55] turba tumultuaria y artificiosa de los demonios 14 : desde allí los héroes 15 , desde allí el espíritu 16 , diseminado ya alrededor de la tierra, vivifican las partes del mundo por medio de sus formas variopintas.
Todo se sujeta a tu voluntad. Tú eres la raíz de las [60] cosas presentes y de las pasadas, de las futuras, de las posibles; tú eres el padre, tú la madre; tú el varón, tú la [65] mujer 17 ; tú la voz, tú el silencio; la naturaleza generadora de la naturaleza; tú el Señor, la eternidad de la eternidad. Sea lícito proclamarlo: gran gloria a ti 18 , raíz del universo; gran gloria a ti, centro de los seres, Unidad de los números [70] inmortales, soberanos originales sin esencia 19 . Gran gloria a ti, gran gloria a ti, porque de Dios es la gloria.
A los coros de mis himnos presta propicios oídos; [75] revélame la luz de la sabiduría; derrama sobre mí una gloriosa felicidad; derrama sobre mí la gracia con la lustrosa unción de una vida bonancible, arrojando lejos la pobreza [80] y la calamidad terrenal de la riqueza; rechaza de mi cuerpo las enfermedades y el desordenado empuje de las pasiones 20 . Las cuitas que afligen las entrañas recházalas de [85] mi vida, para que al plumaje de mi intelecto no lo abrume la ofuscación de la tierra 21 , y, así, levantando mis alas en libertad, pueda yo danzar alrededor de los misterios [90] tan inefables de ese germen tuyo.