Читать книгу 101 cuentos sanadores - Susan Perrow - Страница 29
ELEGIR METÁFORAS DIVERTIDAS Y SIN SENTIDO
Оглавление¡Recuerda que los cuentos no se sienten cómodos con las “normas”!, porque, en realidad, no existe una norma establecida que sirva para buscar las claves de las metáforas. A veces el humor es lo más conveniente y funciona perfectamente. Por ejemplo, en un cuento donde se aborde un comportamiento problemático y de emociones desproporcionadas, la metáfora de “un viejo sombrero rojo” (con un protagonista como Panya el ratón, que se esconde dentro) va creando, poco a poco, un ambiente cada vez más agitado y disruptivo a medida que van llegando los animales a casa de Panya. Al final se consigue calmar el ambiente perfectamente (pero de manera divertida y absurda) cuando llega la hiena: se sienta en el sombrero y suelta una fuerte carcajada porque piensa que está molestando a todos los amigos que viven dentro; mientras tanto, todos los animales se escapan a través del agujero que había por un lado del sombrero y engañan a la hiena. El movimiento del cuento (y sus metáforas) sumergen completamente al oyente en la experiencia disruptiva para después devolverle el sentido de la calma y el alivio mediante el simple uso del humor y el sinsentido. El trabajo terapéutico se reforzaría aún más si se llevara a cabo una representación basada en este cuento.
A veces un cuento puede captar el interés de un niño porque las metáforas no se relacionan en absoluto con la situación que las origina. En el caso del cuento en verso “Un día en la vida de mi sombrero”, se presenta la imagen de un sombrero cabalgando sobre la cabeza de un niño como un jinete sobre un caballo: “Cuando salgo fuera a jugar, / mi sombrero viene a cabalgar. / Mi cabeza es el caballo, / ¡jugando, claro está! / Mi sombrero encima le gusta trotar / como a mí en el suelo correr y rodar…”. Esto produce un cambio mediante una fórmula divertida, en lugar de la insistencia constante del adulto para que el niño recuerde ponerse el sombrero.