Читать книгу Tratado de Derecho pop - Bruno Aguilera Barchet - Страница 100
A FALTA DE LEY, BUENAS SON COSTUMBRES
ОглавлениеMe diréis que esto del derecho inmemorial creado por Dios, y el respeto a la costumbre es una historia del pasado y que para entender cómo funciona hoy el derecho tiene un interés relativo. Y aparentemente tenéis razón, porque el derecho consuetudinario pierde su fuerza e importancia a partir del momento en que los reyes se convierten en los protagonistas de la creación del derecho, lo que, como veremos, ocurre en general a partir de la etapa de la Monarquía absoluta (siglos XVI y XVII). Y, no tanto porque los monarcas lo deroguen –recordad que la costumbre local era un derecho pactado y como tal un símbolo de libertad, al ser un freno a la autoridad real o señorial–, sino porque entra en desuso. Y deja de utilizarse en parte porque las autoridades locales no fueron capaces de adaptar su derecho consuetudinario a los nuevos tiempos. Y es que, si el viejo derecho consuetudinario era válido para regir una sociedad rural que vivía al ritmo de las estaciones, cuando a partir del siglo XII se producen en Europa fenómenos como el crecimiento de las ciudades y la «Revolución comercial» la sociedad se volvió más dinámica y en consecuencia requirió jueces y legisladores más ágiles a la hora de adaptar el derecho a los tiempos. A lo que hay que añadir que en los últimos siglos medievales los reyes logran consolidar su autoridad y con ello facilitan considerablemente su protagonismo jurídico frente al derecho feudal y local.
Dicho esto, y a pesar de que, como veremos en el episodio 12, la ley volvería a convertirse en la protagonista del derecho, la costumbre no desaparece. De hecho, hoy en buena parte de los ordenamientos jurídicos europeos la costumbre sigue siendo reconocida expresamente como fuente del derecho.