Читать книгу Técnica de la Argumentación Jurídica - Concha Calonje Velázquez - Страница 17

Las tres acciones comunicativas o discursos (discurso, diálogo y debate) que distinguen el ser humano racional contienen todas las vías que se necesitan para investigar y solucionar todos los asuntos con los que nos enfrentamos. Ninguna de ellas se muestra completamente aislada; así, por ejemplo, el debate judicial necesita elementos de los otros dos géneros: el discurso jurídico y el diálogo. Las tres acciones comunicativas, junto al análisis que debe preceder a todas ellas, cubren, como iremos viendo a lo largo del libro, todos los momentos del proceso argumentativo del abogado.

Con cada una de las acciones comunicativas se entabla un tipo de proceso racional «compartido» por el que discurre la argumentación y la refutación entre las partes. Por medio de este «proceso dialógico», los abogados de las partes enfrentan las argumentaciones de su valoración de los hechos entrando así en el juego de la argumentación. En ese proceso alternativo se tratan los motivos emocionales-psicológicos, los racionales y los apoyos legales o normativos y se rebaten o se oponen los motivos y demostraciones de la parte contraria que, a su vez, actúa del mismo modo. Y así van avanzando las dos partes sopesando el rigor y fuerza de sus argumentaciones.

El juez espera de los abogados esta manera de ejercer el contradictorio, pues es lo que le va a ayudar a llegar a la decisión judicial. El juez depende de la argumentación de ambas partes para decidir. El carácter de las comunicaciones enfrentadas en el juicio genera en la mente del juez una nueva interpretación que éste convierte en «decisión», primero por preferencia y después por elección consciente y justificada.