Читать книгу Técnica de la Argumentación Jurídica - Concha Calonje Velázquez - Страница 5
1.1. EL ABOGADO Y LAS VALORACIONES DE LOS HECHOS
ОглавлениеEn medio de esta relación entre los individuos y la justicia se halla el abogado. Su papel no incluye el tener que discernir conceptos jurídicos abstractos ni juzgar; éstas serían funciones del juez. El abogado está implicado en la resolución de los problemas y de los conflictos que emergen de las diferentes valoraciones de los hechos de su cliente y de la toma de decisiones del juez.
El papel del abogado es actuar como parte en una lucha de contrarios en el ámbito de lo posible, de lo plausible y de lo verosímil en que nada es exacto ni verdad. En esta lucha, el abogado ha de contar, además de con la norma y la ley, con la inteligencia de carácter substancial que está presente en todas las relaciones interpersonales y sociales; me refiero a la inteligencia que se entiende, según Heráclito, como «la facultad que tiene la humanidad para razonar en común» (1), la cual referida al derecho, se llama argumentación jurídica.
La misión del profesional del derecho es defender a su cliente argumentando sus valoraciones de los hechos como preferibles a las de la parte contraria. Los problemas y conflictos que trata el abogado giran en torno a las diferentes valoraciones de los hechos. Sus argumentaciones serán, en último término, de carácter legal pero antes son de carácter racional. Unas serán buenas razones y otras tendrán un sustento más débil o incluso, a veces, falso o equivocado. Y, así, las decisiones del abogado ante su cliente o las del juez dependerán de estos dos factores: el carácter riguroso de su argumentación y la hábil aplicación de la misma.
Una manera no adecuada de argumentar las valoraciones de los hechos dificultaría los intereses del cliente y la tarea del juez quien, si el abogado no analiza las valoraciones implicadas y hace un tratamiento argumentativo de su propuestas, se vería obligado a aplicar sólo la norma.
El tratamiento de las valoraciones requiere una técnica específica de la argumentación que es la herramienta del profesional del derecho por antonomasia. Empezando porque el establecimiento de las relaciones del abogado con el cliente está determinado por la argumentación. Ésta afecta a la manera en que el abogado defiende, ante los tribunales de justicia, las valoraciones de sus clientes y a la manera de emitir su dictamen sobre los problemas y conflictos que éstos plantean.
¿Qué se espera, en definitiva, del profesional del derecho? Entre sus muchos cometidos, este profesional tiene una tarea muy definida: convertir los intereses particulares de su cliente en valores razonables que se puedan argumentar ante el juez.
El tratamiento racional de los valores era ya considerado en la antigüedad clásica cuando distinguían dos subgéneros en la argumentación jurídica: la argumentación racional de los valores y la argumentación legal de la norma.