Читать книгу Águilas - Fló Guerin - Страница 25
Cáscara
ОглавлениеEl tren que viaja al sur va muy despacio y se sacude tanto que es difícil mantenerse de pie. Los pasajeros hablan y se cambian de sitio, pierden el equilibrio, acarrean equipaje, desenvuelven bocadillos. El vagón huele a chorizo. En España, la gente come pipas, se llevan los dedos a la boca, emiten pequeños crujidos rítmicos que se mezclan con el chirrido de las ruedas. Hay cáscaras en el suelo.
Federica habla con una vieja del otro lado del pasillo, es menuda, viste entera de negro y mueve las manos. Yo miro por la ventana, a lo lejos se ve el mar. A esta hora, el instituto ya habrá dado la voz de alarma. Seguro que mis padres vienen de París, cada uno por su lado, en avión, o quizás en tren. Puede que estén ya donde mi tío, o en la mansión de mi abuela, en Toulouse. Tirándose los trastos a la cabeza. Mi padre recriminará a su hermano y a su madre no haberme querido alojar los fines de semana. Mi tío dirá que precisamente por esto se negó. Que se me veía venir. Que soy una bomba de relojería, una trastornada, que él no quería que le explotase en las manos. Mi madre se llevará los dedos a la boca, se roerá los padrastros. Mi abuela alisará su mechón plateado y se servirá un coñac sin hielo. Pretenderán ser familia, me buscarán. Pagarán lo que cueste y lo apuntarán en sus cuadernitos. El precio de la patata caliente… ¡Pueden esperar sentados! Mi cascarón cayó en Francia. Yo no quiero volver a verlos.