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18. Martes 2 de octubre 2046

Al día siguiente, después de desayunar, Walter pasó por nosotros y nos dirigimos a la estación de Hyperloop. Las ciudades de Zúrich y Basilea están separadas por 75 kilómetros, los cuales fueron recorridos en veinte minutos.

Al llegar a nuestro destino, después de observar tan hermosos paisajes como sacados de un cuento, visitamos la catedral de la ciudad mientras pasaba el tiempo para nuestro encuentro con el delantero. Caminamos a un costado del río Rin, y nos sentamos a disfrutar un café caliente mientras contemplábamos nuestro alrededor.

Pasadas las 12:00 p. m., nos dirigimos a un lugar al aire libre en donde nos encontramos con el jugador, el cual era asediado por algunos fanáticos del club Basilea, sin embargo, en el momento que entró al restaurante, los aficionados entendieron que iba a almorzar, por lo que dejaron de solicitarle autógrafos y fotos.

Walter y él se saludaron afectuosamente, nos lo presentó a David y a mí, explicando que uno era su amigo de profesión y otro un investigador deportivo, además de que veníamos desde otro continente y que era nuestra primera vez en su ciudad. El jugador se mostró amable con nosotros y nos dio una pequeña introducción de Basilea, ya que es oriundo de ese lugar. Después de esto, la mayor parte del tiempo platicaron Walter y él, como era de esperarse, pero antes de terminar nuestro almuerzo pudimos charlar sobre futbol, el paso del equipo en la primera división de Suiza y lo extraordinario que ha sido la temporada para él, ya que iba en primer lugar de goleo individual. Le pregunté sobre su impresión del nuevo Torneo Mundial de Ligas y me dijo algo que no esperaba:

—Creo que es una experiencia fantástica para quien participe, y yo veo dos temas importantes, los cuales están relacionados entre sí.

»Primero, será un torneo de egos, en donde la liga que tenga más dinero y pueda mantener a los mejores jugadores del mundo o, por otro lado, llevárselos a la suya, ganará. Seguramente pelearán por el campeonato en un primer nivel, a mi parecer, la liga española, inglesa, alemana e italiana. En segundo nivel veo a la liga francesa y holandesa. En tercero a la portuguesa, brasileña y argentina. Después de esas no sé muy bien cuáles podrían entrar, ya que son nueve hasta ahí, nos faltarían siete. Como te dije antes, eso será lo lógico si esas poderosas ligas pueden mantener a los jugadores que ahora militan en sus ligas. De lo contrario, podría ser un desastre que alguna liga que no figura en este momento se lleve a los mejores jugadores a su liga solo para el torneo y ganarlo. Esto me lleva al segundo punto.

»Casualmente, un poco antes de que se diera la noticia, muchos equipos de todas partes del mundo empezaron a preguntar por el costo de nuestras cartas y cláusulas de rescisión, lo cual se nos hizo muy extraño, ya que no es normal que, al mismo tiempo, se pregunte esto de muchos jugadores de Europa. Lo sé porque tengo comunicación con varios compañeros por mi paso en el futbol holandés y francés. Ellos también me comentaban que preguntaban, sobre todo, por las estrellas de los equipos, por lo que yo me sentí muy bien, ya que, del Basilea, solo habían preguntado por mí. Pero lo verdaderamente relevante de esto es que, entre los clubes que habían preguntado, la mayoría eran de Asia, lo que es muy extraño, ya que, normalmente, las ligas asiáticas se parecen mucho, por ejemplo, a la CONCACAF de Estados Unidos, en donde se llevan a estrellas de edad madura o cerca de su retiro para aumentar las expectativas de sus aficionados. El tema es que ahora estaban preguntando por ellos en su etapa más prolífica, y eso no es común.

Sin duda, la plática que acabamos de tener, sin esperarlo, había sido de mucha ayuda, ya que me dio información que no tenía registrada y que ni siquiera me imaginaba.

De regreso a Zúrich, en el Hyperloop, comentábamos Walter, David y yo sobre las implicaciones de lo que nos acababan de decir. Asía atacando el mercado para llevarse a los mejores jugadores y poder ganar el Torneo Mundial de Ligas. Por otro lado, los clubes intentando retener a sus estrellas, ¿pero hasta donde podrían hacerlo? ¿Por cuánto dinero los cederían a otro equipo? Porque, como dicen, «todos tenemos un precio». ¡Sí que será una lucha de dinero por tener a las figuras en sus ligas e intentar ganar el torneo!

Llegando al hotel, en mi habitación, me llegó el romanticismo del futbol, tal vez por ser una persona mayor. Pensaba en que, si esto sucedía, las federaciones no necesariamente querrían que sus ligas crecieran, solo buscarían ganar el título para demostrar al mundo que su liga tiene el mejor futbol, aunque esto no fuera en sí una realidad. Una liga podría tener en sus filas únicamente once jugadores top, otros tantos suplentes de buen nivel, y con eso ganar dicho torneo, pero no por eso sería la mejor liga del mundo. Por otro lado, las reglas, en ese aspecto, estaban escritas y eran válidas. El equipo del representativo del país sería conformado por jugadores que, en ese momento, militaran en esa liga, sin importar la nacionalidad o el tiempo que tuvieran jugando. ¿Las que han sido las mejores ligas dejarían que esto sucediera? ¿Qué rol jugaría la confederación de las ligas afectadas?

2048: El juego final

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