Читать книгу Más allá de las lágrimas - Isaac León Frías - Страница 23

9.4 El folclor local

Оглавление

El folclor campirano de México, especialmente el que provenía de la región centro-occidental (charros y rancheros, sombrerotes y espuelas, serenatas y mariachis), con el estado de Jalisco como epicentro geográfico y cultural, era ya un referente conocido más allá de las fronteras locales. Las corridas de toros, las peleas de gallos, la doma de los caballos en los ranchos y las competencias de velocidad equina, si bien no eran una exclusividad mexicana, se vinculaban fuertemente con esta tradición folclórica.

Otro tanto ocurría con la tradición gauchesca y con los ambientes tangueros porteños. No por los precedentes del cine mudo que prácticamente no se conocieron fuera, sino porque la misma música, las revistas y otras publicaciones populares, además de los viajes y espectáculos ambulantes en otros países de cantantes, orquestas y grupos folclóricos, habían contribuido a la popularización de esas representaciones ancladas en un pasado gauchesco que se prolongaba en el tiempo o en figuras de genealogía más reciente como los “compadritos”, afines a los ambientes urbanos tangueros. De manera preferente es el universo porteño el que va a tener mayor relevancia. El argentino va a ser comparativamente un cine más urbano que el de México. Por su parte, ni el universo andino ni el de las repúblicas centroamericanas ofrecían el atractivo de ese folclor en vías de ascenso al nivel “mediático” que el cine sonoro les va a ofrecer.

Es decir, ese folclor va a ser uno de los soportes iconográficos más distinguibles en los años siguientes, tanto en escenas de interiores como en las de exteriores (que solían ser, ciertamente, exteriores de estudio), y que constituyen una de las marcas de identidad más notorias de esas dos cinematografías en formación.

Más allá de las lágrimas

Подняться наверх