Читать книгу El hospital del alma - Lourdes Cacho Escudero - Страница 31
ОглавлениеLa Reina de los Mares
A mi abuelo.
En la playa de Abril, la lluvia salpicaba con su danza la arena de los juegos. La tropa de escarabajos se acomodaba en los camarotes de papel de un barco hecho a mano y una bandera negra izaba las tibias de los sueños y la calavera de un tesoro escondido. Descalzo sobre el cemento de una calle aún en duelo, un mar descrito por las orillas de casas rocosas simulaba una tormenta perfecta y el camino hacia una isla en la que años más tarde se perdieron tus ojos. Amarrada a un mástil imaginario yo debía callarme para ser la dama secuestrada en el galeón La Reina de los Mares ycuyo rescate aún no tenía fijado un precio. Un reloj de bolsillo donde el norte se había parado en las doce hacía las veces de brújula y un pañuelo caído desde un acantilado de ladrillo levaba las anclas. La patente de corso se aferraba a tu mano mientras el horizonte pintaba el arco iris en mi boca de niña. El barco navegaba los mares donde el Sur imantaba el exilio, la búsqueda descrita en un plano paralelo a la paz o la cara de la moneda de la vida. Piratas de seis patas y un parche blanco cambiaban el curso de la Historia mientras la lluvia bordeaba las costas de tu memoria. Supongo, que a mi espalda, la muerte amargaba el ron de tus bodegas y el escorbuto sangraba en tus encías. Pero yo no podía hacer otra cosa que no fuera encontrar con mi mirada aquella tierra virgen que fijaba, sin saberlo, un precio de lágrimas a mi rescate…