Читать книгу Contra la política criminal de tolerancia cero - María Isabel Pérez Machío - Страница 53
I. INTRODUCCIÓN1
ОглавлениеSegún informes oficiales, el cánnabis ocupa el primer lugar en todas las estimaciones relacionadas con las drogas ilegales siendo la que más se produce, la que más se trafica y la que más se consume, por lo que, en la relación entre delincuencia y drogas, el cánnabis también ocupa el primer lugar. A pesar de esta realidad, y de su consideración como una sustancia cuyos efectos se asimilan a los de la cocaína o la heroína y con propiedades particularmente dañinas y de utilidad médica o terapéutica extremadamente limitada, es la primera vez que el Comité de Expertos en Farmacodependencia de la Organización Mundial de la Salud le somete a una revisión crítica y, en consecuencia, presenta recomendaciones para su reclasificación2.
Precisamente por ello, y porque han pasado varias décadas desde que NU decidiera someter al cánnabis y sus derivados, sin recomendación expresa de la OMS, a un régimen de fiscalización internacional especialmente severo, la comunidad internacional esperaba con cierta expectación la decisión que al respecto tomaran los actuales Estados miembros de la Comisión de Estupefacientes.
Tras una prórroga y algunos meses de espera, necesarios por las “repercusiones y consecuencias de estas recomendaciones”3, el resultado de la votación ha generado cierta decepción, tanto para quienes están en contra de modificar el sistema internacional de fiscalización del cánnabis como para aquellos que veían estas recomendaciones como el inicio del cambio de una política basada fundamentalmente en el prohibicionismo.