Читать книгу Contra la política criminal de tolerancia cero - María Isabel Pérez Machío - Страница 60

La discrecionalidad policial es el medio mediante el cual los agentes de la policía ejercitan sus opciones ante un problema, que les plantea realizar una elección a la hora de lidiar con la cuestión que afecte a la seguridad pública de los ciudadanos, generalmente ante infracciones administrativas o criminales. Sus decisiones son muy importantes en lo que afecta a los administrados, tanto que en un momento dado los ciudadanos pueden verse desincentivados de buscar la ayuda policial ante una expectativa desfavorable de la actuación policial. La cooperación de las víctimas en el esclarecimiento de los delitos va íntimamente unido a la calidad de la atención recibida por las víctimas en la policía, si las experiencias son positivas habrá una mayor probabilidad de cooperación3. Además, no debemos olvidar que el contacto con la policía es la puerta de entrada al sistema penal y por lo tanto, va a ser la primera impresión que dicho sistema va a causar en el ciudadano que ha sufrido un delito o que lo ha cometido.

Como ya hemos adelantado, en España los estudios que se han realizado de la discrecionalidad policial son escasos, a pesar de que se haya descrito en la literatura inglesa como algo que se “halla en la raíz de la praxis de la justicia penal”4 y como el “fundamento de la justicia”5. El ejercicio de la discrecionalidad policial, decidiendo cuándo se aplica o no la ley, puede ser visto como un punto de equilibrio que pivota entre el poder coercitivo del Estado y la libertad individual. Esta discrecionalidad es inevitable, tal y como recoge WILSON: “en parte porque es imposible controlar cada infracción pública, en parte porque muchas leyes requieren una interpretación previa a su aplicación, porque en ocasiones la policía puede obtener información sobre delitos graves desoyendo otros delitos menos graves y en otras porque la policía cree que la opinión pública no podría soportar una política de un completa ejecución de todas las leyes todo el tiempo”6.

La discrecionalidad se ve como una herramienta para conseguir eficacia y eficiencia en una función policial, que aparenta ser algo dado en el sistema de justicia criminal. Algunos críticos, como GOLDSTEIN y DAVIS arguyen que para conseguir la igualdad de trato en el sistema penal, la discrecionalidad policial debería ser eliminada siempre que fuera posible y habría que adoptar una completa aplicación racional del Derecho, incluso “si no es una expectativa realista”7. Según DAVIES, si debido a la limitación de recursos, solo es viable una aplicación selectiva del Derecho, la utilización de la discrecionalidad a la hora de realizar esa selección debe ser supervisada de manera estricta para minimizar el riesgo de injusticia8.