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Intervenciones y casos de psicología positiva

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Me quedé pasmado cuando me di cuenta de lo bien que funcionaron esas intervenciones incluso con mis pacientes más deprimidos. Entiendo que los testimonios despiertan suspicacia, pero, por si sirve de algo, como terapeuta e instructor de terapeutas desde hace treinta años y director de capacitación clínica desde hace catorce años, nunca había recibido una cantidad tan grande de informes positivos. Los tres siguientes son de terapeutas que no conocían la psicología positiva y probaron los ejercicios por primera vez:

Historia de caso

La paciente es una mujer de treinta y seis años que actualmente recibe terapia en la clínica de pacientes externos y toma medicamentos para la depresión (y trabaja a tiempo completo). Trabajo con ella desde hace ocho semanas y, en esencia, la he guiado siguiendo el curso telefónico más o menos en la misma secuencia. Una asignación funcionó especialmente bien:

“Tres momentos felices” (o lo que salió bien). Mencionó que se le habían olvidado todos esos acontecimientos positivos del pasado. Usamos este ejercicio como transición al de las “bendiciones”, que describimos como los “momentos felices de todos los días” y que le han ayudado a ver su vida diaria bajo una luz más positiva.

En resumen, todo ha “funcionado” muy bien. Las puntuaciones que ha obtenido con las escalas del sitio web son mucho más positivas que antes y ella lo atribuye en definitiva al proceso de la terapia.

Historia de caso

La paciente es una mujer deprimida, de mediana edad, con obesidad mórbida, depresión subyacente y bloqueos para su salud y reducción de peso. Entre otras intervenciones, tomó la prueba de “aproximaciones a la felicidad” (que está disponible en internet en www.authentichappiness.org) luego de estar casi tres meses en terapia. La paciente estaba trabajando en equilibrar su vida con base en las ideas de flujo, sentido y cortesías. Señaló que se dio cuenta desde el principio de que no tenía flujo en su vida y que todo lo que tenía sentido se originaba en ayudar a los demás, pero que ciertamente no tenía nada que ver con atender sus necesidades y deseos personales (cortesías). Después de trabajar mucho durante tres meses, presentó la prueba y le complació notar que estas tres áreas se hallaban en buen equilibrio, aproximadamente en 3.5 en la escala de 5. Le entusiasmó y alentó que hubiera una medida para obtener retroalimentación sobre su progreso. En resumen, hizo planes para seguir trabajando en las tres áreas e incorporar todo tipo de nuevas formas de agregar más flujo y sentido a su vida.

Los terapeutas me comentaron que era especialmente benéfico para sus pacientes entrar en contacto con sus fortalezas en lugar de limitarse a corregir sus debilidades. El paso crucial en este proceso es sistemático: empieza cuando los pacientes toman la prueba de valores en acción y fortalezas básicas (disponible en una versión corta en el apéndice y en versión completa en el sitio electrónico de Felicidad auténtica, en www.authentichappiness.org).

Historia de caso

He trabajado con Emma aproximadamente seis años, con una interrupción de un año. Volvió hace dos años después de la muerte de una de sus pocas amigas. Recientemente he usado algunos de los ejercicios e intervenciones de la psicología positiva con Emma, una paciente gravemente deprimida con ideas suicidas que ha sido víctima de abuso en todas las formas posibles desde que era bebé, e inclusive hasta el día de hoy. En los últimos meses, decidí utilizar algunos de los materiales de la psicología positiva. Comencé con la prueba de valores en acción y fortalezas básicas con el fin de ayudarla a ver la verdad de quién era ella en el fondo, en lugar de lo que había creído que era hasta ahora (nada mejor que “espuma de charca”). Esta encuesta fue la plataforma de lanzamiento y el fundamento sobre el cual logramos construir una clara reflexión. Fue un instrumento en el que usé la metáfora de una imagen clara que reflejó un espejo limpio que puse frente a ella. Avanzamos despacio, pero pronto pudo hablar de cada fortaleza y aceptar como “verdadera” cada una de las que tenía; se dio cuenta de que algunas fortalezas la metían en problemas y entendió cuándo usaba las fortalezas en su beneficio y cuándo en beneficio de otros y distinguió cuáles fortalezas podían ayudarla a desarrollar otras con las que necesitaba trabajar. Tres días después, llegó a su cita con dos páginas en la mano […] con siete elementos y los pasos que estaba dispuesta a dar. Lloré mientras leía esas dos páginas y ella no dejó de sonreír. ¡Y es una mujer que rara vez sonríe! Fue un momento de celebración y, más allá de eso, estaba que daba brincos de alegría por haber entendido algunas de las áreas más importantes y complicadas en las que estaba “estancada” y que tenían que ver con la impotencia aprendida y todos los demás problemas personales que han sido parte de su trabajo en la terapia.

Quiero que tomes la prueba que Emma presentó, la de valores en acción y fortalezas básicas, ya sea la versión que viene en el apéndice de este libro o la de mi sitio web y luego haremos el ejercicio que ayudó a Emma a emprender el camino a la recuperación.

Déjame contarte antes por qué construí la página de internet, que tiene las principales pruebas validadas del lado positivo de la vida y te ofrece retroalimentación sobre tu situación personal. El uso de este sitio web es gratuito y está planeado como un servicio público. También es una mina de oro para los investigadores interesados en la psicología positiva, mucho mejor para obtener resultados válidos que para hacer preguntas, como acostumbran los investigadores, a estudiantes universitarios o voluntarios clínicos.

A la fecha en que escribo 1.8 millones de personas se han registrado en la página y han tomado las pruebas. Entre 500 y 1,500 nuevas personas se registran todos los días y de vez en cuando coloco un enlace. Uno de ellos es sobre los ejercicios. Se invita a las personas que seleccionan este enlace a ayudarnos a probar nuevos ejercicios. Primero toman las pruebas de depresión y felicidad, como la escala de depresión del Center for Epidemiological Studies y el inventario de la felicidad auténtica, que encontrarás en www.authentichappiness.org. A continuación, les asignamos un solo ejercicio que es activo o un placebo. Todos los ejercicios requieren invertir entre dos y tres horas en el curso de una semana. En nuestro primer estudio web probamos seis ejercicios, incluidos los de la visita de gratitud y el de lo que salió bien. De los 577 participantes que contestaron los cuestionarios básicos, 471 finalizaron las cinco evaluaciones de seguimiento. Concluimos que los participantes de todas las condiciones (incluida la del control con placebo, que consistía en escribir un recuerdo de la niñez todas las noches durante una semana) se sintieron más felices y menos deprimidos una semana después de haber recibido el ejercicio asignado. De ahí en adelante, las personas que participaron en el grupo de control ya no fueron más felices ni se sintieron menos deprimidas de lo que estaban al principio.

Dos de los ejercicios, el de lo que salió bien y el de las fortalezas básicas que se presenta a continuación, redujeron de manera muy marcada la depresión tres meses y seis meses después.13 Estos dos ejercicios también aumentaron considerablemente la felicidad en esos seis meses. La visita de gratitud produjo grandes disminuciones de depresión y aumentos significativos de felicidad un mes después, pero el efecto desapareció al cabo de tres meses. Como era de esperar, descubrimos que el grado en que los participantes continuaban realizando activamente sus ejercicios asignados más allá de la semana obligatoria predecía cuánto tiempo durarían los cambios en la felicidad.

Florecer

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