Читать книгу Donaciones societarias - Paula del Val Talens - Страница 34

La mayoría de las consideraciones realizadas en relación con el personal laboral puede extrapolarse mutatis mutandis a los administradores sociales. Con todo, es necesario realizar las siguientes precisiones. En primer lugar, según se ha advertido en el epígrafe anterior, resultará infrecuente que una operación de signo filantrópico u orientada al interés general tenga como beneficiario al administrador. Como máximo, nos situaremos ante gratificaciones en la línea descrita en el apartado anterior, respecto de las que se plantearán dudas análogas sobre su integración en la relación contractual. El supuesto se perfila menos plausible en compañías de mayor dimensión económica y, muy especialmente, en sociedades cotizadas, aquellas en las que la posición del administrador se distancia de la propia del personal laboral. Por lo general, la función de los administradores en relación con la operativa estudiada no será la propia del beneficiario directo de la operación, sino que interesará valorar los parámetros de actuación de los titulares orgánicos en relación con las donaciones societarias. Lo anterior incluye la selección de las iniciativas a ejecutar y sus posibles beneficiarios, considerando la posibilidad de que estos sean personas vinculadas95. En esta línea, será necesario atender a los supuestos en que el administrador aparezca como beneficiario indirecto de esta operativa, dirimiendo las constelaciones irregulares. En particular, se trata de identificar los riesgos asociados a la utilización de los programas filantrópicos o las donaciones singulares por parte de los administradores con el fin de obtener beneficios privados o extraer ventajas adicionales. En efecto, la literatura ilustra en qué medida estas transacciones les permiten extraer los denominados fringe benefits96. Cabe plantear que el beneficiario sea una persona vinculada al administrador o que exista alguna conexión entre el beneficiario y alguno de los administradores. Piénsese en que ostente el cargo de patrono en una fundación o en que sus familiares se impliquen en alguna iniciativa social financiada por la compañía. Por su parte, la jurisprudencia española revela algunos supuestos análogos a los observados en el ámbito estadounidense, en los que los administradores resultan beneficiarios de alguna gratificación adicional.