Читать книгу Tendencias actuales en economía circular: instrumentos financieros y tributarios - Rodolfo Salassa Boix - Страница 24
III. HacIa otros impactos de la nueva realidad global
ОглавлениеAdemás de las cuestiones, que hemos apuntado anteriormente, la Hacienda del siglo XXI se verá afectada por la globalización y la integración regional de otras múltiples formas. Repasemos algunas de ellas:
a) La realidad se mueve mucho más rápidamente y los modelos de Políticas Públicas, además de complicarse, aumentan su volatilidad. Ideas tan queridas a la doctrina clásica como la de “seguridad jurídica”, asimilada a estabilidad de las normas, no pueden mantenerse, pues la Hacienda Pública no es algo ajeno a unos entornos que cambian a gran velocidad. Por ello, viviremos (lo estamos haciendo) en una era de “reformas fiscales permanentes”, donde lo esencial, además, será el “ajuste fino” (“fine tuning”) de las Políticas Públicas, de vez en cuando reordenadas con proyectos sistematizadores.
b) Los “efectos demostración” aumentan, no hay modelos nacionales de ingreso o gasto público que puedan configurarse, de forma aislada. La atención a lo que hacen nuestros competidores y la reacción a sus políticas, aunque sólo sea para mantener nuestra competitividad, resulta no sólo necesaria, sino imprescindible para mantener el nivel de renta y riqueza en esta sociedad.
c) El impacto de criterios de calidad fuerza a pensar cada vez más en la competencia entre las propias instituciones encargadas de aplicar las Políticas Públicas, tanto interna como externamente, como en la necesaria evaluación de las mismas por parte de sus receptores, por ejemplo, los contribuyentes en el caso de determinar el grado de consentimiento en la aplicación del sistema tributario. La gestión del sector público va hacia la convergencia con los modelos de gestión privados y sus técnicas deberían ser intercambiables.
d) Los modelos de Hacienda Pública han pasado de “modelos cerrados”, de economía nacional, a “modelos abiertos”, lo que supone una mayor dificultad para predecir la incidencia de medidas nacionales de Política Económica y el reforzamiento del estudio de cuestiones técnicas como pueden ser los “spillover effects” interfronterizos.
e) La gestión tributaria y del gasto tiene que incorporar en su práctica diaria los avances tecnológicos; de hecho, el funcionario del futuro no puede seguir preso de la mentalidad y técnicas del funcionario de la Hacienda Pública de, prácticamente, el siglo XIX que todos conocemos.
f) La integración con otros agentes o Estados de la realidad internacional deviene inevitable, no sólo en el terreno económico sino en otras áreas, por ejemplo, la cultural; de ahí, la importancia y necesidad de seguir avanzando en la integración europea como respuesta a la globalización, pues además favorece la renta de situación de los Estados que ya están dentro del proceso integrador, así como vincular modelos consolidados de integración económica con otras fenómenos regionales próximos desde el punto de vista económico o cultural, por ejemplo, España en su vocación iberoamericana.
Por último, la visión integral de la Hacienda Pública es la única que responde bien a la globalización y la incidencia de los aspectos desmaterializados debe tener su traducción en la gestión del fenómeno estrictamente presupuestario y de los fenómenos mixtos de intervención pública; esto es, las actuaciones de ordenación y regulación.
Como vemos el futuro de la Hacienda se puede resumir en tres palabras:
Internacionalización, integración y coordinación a nivel supranacional con una perspectiva universal.