Читать книгу Tendencias actuales en economía circular: instrumentos financieros y tributarios - Rodolfo Salassa Boix - Страница 30

La generalización del uso de redes tipo Internet, como mecanismo para el envío de ficheros e información electrónica, ha abierto una nueva vía para considerar la posible aplicación de una tasa sobre la cuantía de datos e información remitidos a través de Internet. No se trata de un impuesto de corte pigouviano, es decir, no pretende desincentivar el uso del correo electrónico. Al contrario, sus proponentes y defensores pretenden dotar con él un fondo que permita financiar el acceso a internet y a la información electrónica a países en vías de desarrollo con escaso desarrollo tecnológico con el fin de estrechar la denominada “brecha digital”.

Esta posibilidad está estrechamente vinculada al desarrollo de la tributación el comercio electrónico y todas sus derivaciones actuales. Esta es la razón por la que los Estados Unidos, en 1998, convencieron a los países de la OCDE para aplicar una moratoria sobre la tributación de internet, pero la idea sigue evolucionando. Sin embargo, por el momento, no existe un impuesto especial sobre los datos remitido vía internet (lo que se denomina en la literatura fiscal como “bit tax”). No obstante, la cada vez mayor generalización del uso de los servicios digitales, especialmente por las grandes entidades multinacionales ha puesto a poner sobre el tapete la necesidad de cierto tipo de tributación sobre servicios digitales en redes y el uso de las redes sociales y su necesidad de articular mecanismos de tributación por el uso y disfrute de estos medios y la localización de bases imponibles en servicios intangibles prestados por medios electrónicos.