Читать книгу Tendencias actuales en economía circular: instrumentos financieros y tributarios - Rodolfo Salassa Boix - Страница 41

El modelo económico expansionista predominante desde la segunda mitad del siglo XX, ha conducido a un deterioro de los ecosistemas sobrepasando sus límites y amenazando su capacidad para seguir ofreciendo bienes y servicios ambientales. En la búsqueda de soluciones más sostenibles, y con el reconocimiento de que hay una relación estrecha entre el crecimiento económico y el deterioro medioambiental, se han planteado opciones destinadas a mejorar la eficiencia en el uso de los recursos intentando separar el crecimiento económico del daño ambiental.

Sin embargo, las previsiones apuntan a un creciente deterioro poniendo el énfasis, sobre todo, en los daños derivados del cambio climático y de la destrucción medioambiental, fundamentalmente de la biodiversidad. Por ello, se apela a políticas más disruptivas que supongan cambios radicales del modelo de producción y de consumo como sería el caso de la EC.

En este nuevo contexto las eco-innovaciones juegan un papel crucial por sus potenciales beneficios ambientales. La incorporación de cambios tanto tecnológicos como no tecnológicos contribuirán, con el apoyo normativo correspondiente y los incentivos adecuados, a cerrar, ralentizar o disminuir el flujo de materiales y, previsiblemente a reconducir al modelo hacia la senda de la sostenibilidad. No obstante, de forma paralela es necesario que vaya incorporado de compromisos de descarbonización pues un elemento fundamental de la economía circular es la energía y su relación con el cambio climático.

Aunque sus características y los elementos que le acompañan pueden contribuir a la mejora de resultados en términos de impacto ambiental, lo cierto es que, existen voces críticas sobre si la EC contribuye realmente al modelo de sostenibilidad. En este punto, la discusión está abierta, pero si ha de reconocerse que los beneficios económicos derivados del modelo, por ejemplo, en términos de creación de empleo, incluso para diferentes niveles de cualificación, ya es un elemento de sostenibilidad social importante. Además, las prácticas más vinculadas a innovaciones sociales como el eco-diseño, el intercambio, la reutilización o el reciclaje fomentan a un comportamiento de consumo más sostenibles contribuyendo, así, a la salud y la seguridad humana (EEA, 2016).

Junto a este debate se plantean otras líneas donde profundizar como es la importancia que la economía circular tiene como mecanismo de apoyo de la Agenda 2030 y de los diecisiete Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Si bien, en las metas no se hace referencia al modelo, sus prácticas sí pueden contribuir de manera directa en varios de ellos.