Читать книгу A esa fea no se le abre la puerta - Rubén Vélez - Страница 10

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El poeta del Salto del Mico

Dicen que es el único poeta de este pueblo. Debe haber más. Tiene que haber más. También dicen que el único ladrón está en la cárcel. Hablan de un ladronzuelo. Los grandes ladrones andan sueltos y viven en grandes casas. Algunos de ellos son excelentes anfitriones. El que conocí hace unos cuantos días tiene la manía feudal de mirar al otro desde un trono. Como nunca se verá a la sombra, no se le bajarán los humos y así mirará a la muerte. Me gustaría presenciar ese encuentro. Pero me estoy saliendo del tema, como siempre. Volvamos al Salto del Mico, donde el único poeta del pueblo, una vez al año, recita algunos de los poemas que la ha inspirado la abrupta geografía local. Si él diera un paso en falso, se lo tragaría un abismo que me recuerda a uno de mis personajes bíblicos predilectos. A Jonás, ese muchacho judío que quería cambiar su tierra por un mundo remoto y desconocido para librarse de una misión que no le gustaba. Señor, no quiero meterme a predicador. Señor, no me arrebates la juventud. Hasta ahora, el único poeta se ha contentado con asomarse al abismo. Si pasara una larga temporada en el vientre del vacío, tal vez tendría otra voz, tal vez sería poético, y no nos asomaríamos con ojos de turista a los monstruosos precipicios de su pueblo. ¡Tanto espesor metafísico para que no broten más que chorros de espuma! ¡Tantas y tan raras improntas de un océano del pleistoceno para que nos ensopemos de aguachirle! Una señora se muestra extasiada (en esta clase de eventos pululan las señoras). Me pregunto si ese arrobo se debe a las palabras del poeta o la poesía de la naturaleza que tenemos ante nosotros. A prudente distancia de la lírica, también al borde del abismo, unos muchachos se dedican a hacerse selfies. Aquí, el fin del mundo. Allá, el mundo. La desgracia de los poetas de ahora es que por mucha luz que produzcan no alcanzarán la condición de influencer. ¿Qué necesitarían esos muchachos para alcanzarla?, ¿algo más que juventud? Jonás no quería ser un influencer, ni en Nínive ni en ninguna otra parte. Señor, permite que este muchacho se vaya para Gádir. Señor, que den la lata los viejos, que es lo mejor que saben hacer.

A esa fea no se le abre la puerta

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