Читать книгу La gestión del sponsoring deportivo (Bicolor) - Alain Claude Ferrand - Страница 83

Las primeras operaciones de marketing relacional han implicado a los medios de comunicación, si tenemos en cuenta su posición central en el sistema relacionado con su impacto entre la audiencia. Un informe de la empresa Forester publicado en 2000 analiza esta situación y elabora un escenario para el futuro que denomina power shift.

Actualmente los difusores tradicionales de contenidos –televisión, prensa, radio– deciden cubrir o no un evento o un deporte en general en función de un determinado número de criterios, entre los cuales el más importante es el interés de su público objetivo. Así, según el interés que despierta el deporte y la situación del mercado, compran o no compran los derechos de difusión al propietario de los mismos. Según los casos, los aficionados pagan o tienen acceso gratuito a este contenido, que puede estar controlado por el difusor y/o el propietario de los derechos si éste ha definido un pliego de condiciones preciso. Este modelo, basado en la rentabilidad económica, tiene los siguientes efectos:

 •la mayoría de los deportes no tienen acceso a los medios de comunicación poderosos;

 •mediante el sponsoring de difusión, las empresas asociadas aseguran la difusión;

 •los aficionados tienen una experiencia controlada.

Actualmente, este modelo se está poniendo en duda debido al desarrollo de las nuevas tecnologías de la información. En efecto, se puede establecer por muy poco dinero, un vínculo entre el evento y la organización deportiva y los aficionados a partir de una plataforma en Internet. El desarrollo de la banda ancha ha permitido aumentar la cantidad de información transmitida. En un futuro cercano será posible la difusión fluida de vídeos de gran formato. Así, la organización deportiva propietaria ocupará un lugar central a partir de su plataforma en Internet.

Figura 1.24. El presente: los difusores se sitúan entre los aficionados y los propietarios de los derechos

Figura 1.25. El futuro: las ligas se situarán entre los aficionados y los titulares de los derechos