Читать книгу Ventana abierta a nadie - Almudena Anés - Страница 12

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Arquitecta tiene una hija. No quería tenerla, pero la tuvo porque a él le hacía feliz. En el nuevo edificio habrá muchas familias que querrán construir su vida desde ese punto en el mapa. A veces la observa, desde lejos, como si nada, intentando adivinar sus pensamientos de adolescente. Todos los jóvenes acaban creciendo y ella tiene miedo de que se vaya y la deje sola entre sus mundos imaginarios y sus puertas cerradas.

Aquel año casi cayeron las Torres Gemelas. Tuvieron que esperar tres años para lograr su objetivo, los mismos que me llevaron a mí a distinguir entre la maldad y la crueldad. Los niños son malos de nacimiento, la gente no cambia, el país probaba su primer misil nuclear y pensaba que la peor vergüenza es que te vean derramando rabia en forma de cascadas de pis y agua sobre los lavabos y las charcas.

Pasó Eurovisión, mataron a un estudiante americano por su homosexualidad y en alguna parte del mundo alguien decía que estaba bien. Siguen juicios en espera y casos abiertos de niños desaparecidos que jamás fueron encontrados, amores reventados en accidentes de coche que alcanzaron cifras históricas en los telediarios. Época de libertad en la que beber y conducir conducía a la muerte. Todavía no vivíamos en el siglo dorado, seguíamos soñando con que el planeta era nuestro y las alarmas ya nos avisaban de que no era así. Ahora nos cuesta aceptar el calentamiento global, el cambio climático.

Mi nacimiento casi supuso la muerte a mi madre y quizás eso es la maternidad, entregarle hasta la vida a tu hijo, aunque no la haya pedido.

Recuerda que nadie te quiere hacer daño.

Aquel año murieron soldados por guerras absurdas, pero esta paradoja lleva sucediendo durante toda la historia. No sorprende a la ventana rota por el hombre que se ha tirado por ella. Britney Spears sacó la canción más comercial posible y el resto le hicieron los coros mientras los políticos seguían robando y el dinero iba de mano en mano, desde aquí hasta el más allá, pasando por allí, de paraíso fiscal a artificial, de engaño en engaño, corrupción que continúa supurando en la memoria de antaño y en la del paro. Aquel año fue una fracción de segundo en el universo.

Ventana abierta a nadie

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