Читать книгу Los libros del Nuevo Testamento - Antonio Piñero - Страница 112
LUGAR Y TIEMPO DE COMPOSICIÓN
ОглавлениеLa Carta a los filipenses nada dice sobre cuándo y dónde se redactó. Y como ocurre otras veces, lograr una información exacta en este campo es difícil. Por suerte, la respuesta a estas preguntas tampoco afecta a la comprensión del sentido. De cualquier modo, Filipenses tal como está nos ofrece algunos detalles indirectos que pueden ayudar a situarla, al menos grosso modo, en el tiempo y en el espacio de la vida de Pablo:
— Pablo está «en cadenas», en prisión (1,7, etc.).
— El caso judicial era tan grave que temía una posible sentencia de muerte (1,19-21).
— La ciudad desde donde escribe tiene que ser importante: cerca de su lugar de encarcelamiento había «un pretorio» (1,13), un edificio oficial de un gobernador romano, con su guardia, donde se le iba a juzgar.
— Igualmente, algunos de los seguidores de Jesús que le ayudaban pertenecían a la «casa del César», es decir, estaban ocupados en oficios de la administración imperial (4,22).
— Timoteo le acompañaba (1,1; 2,19).
— Entre su lugar de encarcelamiento y Filipos había un frecuente (y fácil) movimiento de personas y noticias:
• Los filipenses envían a un propio, Epafrodito, para ayudar a Pablo en prisión (4,15);
• Luego se enteran con facilidad de que ha estado enfermo (2,26);
• Epafrodito, por su parte, sabe que sus conciudadanos han oído cosas acerca de su enfermedad y que andan muy preocupados (2,26);
• Pablo va a enviar a Epafrodito a Filipos, posteriormente a Timoteo (que ha de volver trayendo noticias: 2,19), y luego él en persona, si es liberado, espera ir pronto a la ciudad.
Así pues, hay que buscar una ciudad en la que Pablo hubiese estado prisionero y en la que encuentren acomodo estos datos, sobre todo la facilidad de movimientos. Ahora bien, estos no encajan bien del todo con los dos momentos de prisión de Pablo sobre los que nos informan los Hechos de Apóstoles: en Cesarea (Hch 23-26), y luego en Roma (Hch 28).
Primera hipótesis: Roma/Cesarea. Las noticias de un «pretorio» y de «gente del César» y la presencia de Timoteo hacen pensar inmediatamente en la primera ciudad, la capital del Imperio. Sería sobre todo Roma el lugar de composición de Filipenses.
Pero, aparte de que cualquier ciudad importante de una provincia imperial tenía su pretorio y su «gente del César» (por lo que esta frase no indica nada preciso), la gran dificultad para aceptar que Filipenses se redactara en Roma (o incluso en Cesarea) es la distancia geográfica entre ellas y Filipos. Cálculos sencillos indican que entre Cesarea, la más cercana, y Filipos hay unas 1000 millas de ruta marítima, y esta solo podía emprenderse desde abril hasta septiembre, no durante todo el año. Por tierra había más de 1600 kilómetros de difíciles caminos. Y la distancia de Filipos a Roma, por tierra o mar, era aún mayor. En estas circunstancias es difícil imaginar, desde la Urbe o Cesarea, el continuo trasiego de personas y noticias que presupone la carta. Además, en Roma, Pablo tenía intención de viajar a Hispania (Rm 15,24.28), no a Filipos.
Segunda hipótesis: Éfeso. Ante estas dificultades geográficas se ha pensado desde finales del siglo XIX que la ciudad del encarcelamiento de Pablo podía ser Éfeso, en Asia Menor. Allí estuvo Pablo mucho tiempo; allí había un «pretorio» y «gente del César»; Timoteo estuvo al lado de Pablo en esa ciudad (deducido de Hch 19,22); las comunicaciones con Filipos eran más sencillas; desde allí se redactaron las Cartas a los gálatas y 1 Corintios, que tienen un lenguaje y un modo de discutir similar, una línea de pensamiento más igual; en suma, una atmósfera muy parecida entre ellas.
Casi todo encaja con la hipótesis de Éfeso, pero el problema radica en que, como sabemos, no tenemos absolutamente ninguna noticia directa de que Pablo hubiera estado prisionero precisamente en esa ciudad. Hechos no dice ni una palabra al respecto. Solo habla del motín de los orfebres contra Pablo, pero que no terminó en prisión (19,23-40). Sabemos, sin embargo, que el autor de Hechos no narra todo de Pablo, y que a veces omite ciertos datos importantes, por lo que su silencio no es un argumento decisivo en contra de una prisión de Pablo en Éfeso. Los estudiosos han señalado que el mismo Pablo indica que estuvo muchas veces prisionero durante su vida (cf. 2 Cor 6,5 y 11,23-24); por tanto, los Hechos se quedan muy cortos al señalar expresamente solo dos encarcelamientos de Pablo. Ya sabemos que en 2 Cor 1,8-10 Pablo dice que estando en Asia Menor recibió una condena a muerte —una tribulación tan abrumadora hasta el punto de que perdió casi la esperanza de conservar la vida—, pudiendo referirse a Éfeso.
Si se acepta la posibilidad de una prisión en Asia Menor, en Éfeso concretamente, aunque no esté atestiguada en Hechos ni estrictamente tampoco en Pablo, es esta ciudad la que mejor concuerda con los datos que ofrece Filipenses sobre las circunstancias de su composición.
La fecha exacta tampoco se puede precisar. Filipenses se compuso en algún momento durante la estancia efesina de Pablo: entre el 54 y el 58 e.c.