Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Profetas Menores - C. F. Keil - Страница 119
2, 2-3
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2 Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra. Como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en los años de muchas generaciones. 3 Delante de él consumirá el fuego; detrás de él abrasará la llama. Como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; nada habrá que de él escape.
2, 2. Con cuatro palabras que expresan la idea de oscuridad y tiniebla, el día de Yahvé se describe como día de la manifestación del juicio. Las palabras חשׁך ענן וערפל se aplican en Dt 4, 11 a la nube de oscuridad en la que estaba sumido el monte Sinaí, cuando Yahvé se manifestó como fuego; por su parte, en Ex 10, 22, la oscuridad que cayó sobre Egipto en la novena plaga se llama אפלה.
כּשׁחר וגו no pertenece a lo anterior, y no significa negrura o poca luz (como suponen Ewald y algunos rabinos), sino la aurora. El sujeto de frUäP', pârus (extenderse) no es el yōm (día) que precede, ni es el ‘am (pueblo) que sigue, pues ninguna de esas soluciones ofrece un pensamiento apropiado, sino que queda más bien indefinido: “como mañana se extiende sobre las montañas”.
El sentido de lo que dice el profeta resulta claro por lo que sigue. El profeta se refiere claramente al brillo de luz o al esplendor que se ve en el cielo, cuando se aproxima un enjambre de langostas, por el reflejo de los rayos de sol en sus alas32.
Con עם רב ועצוּם (un pueblo grande y fuerte) debemos seguir vinculando el verbo בּא, como en Ex 10, 1. Yōm (día) y ‘âm (pueblo) tienen el mismo predicado, porque el enjambre de langostas hace que cese el día, y lo convierte en oscuridad nublada. El oscurecimiento de la tierra se menciona en conexión con la plaga de langostas de Ex 10, 15, y se confirma por muchos testigos (cf. Comentario a Ex 10, 1, lugar citado).
2, 3. El fuego y la llama que van delante y detrás del pueblo grande y fuerte, es decir, de las langostas, no se puede referir a la luz brillante que resplandece como si fuera el amanecer de la mañana, pues proviene de las fieras armadas de la venganza de Dios, es decir, de las langostas (Umbreit), ni meramente al ardor de la sequía que todo lo consume (Joel 1, 19), sino que se trata del calor ardiente que aquí es mayor por las llamas devoradoras de fuego, que acompañan a la aparición de Dios cuando viene a juzgar a la cabeza de sus ejércitos.
Esto se dice siguiendo la analogía de los fieros fenómenos que están conectados con la manifestación previa de Dios, tanto en Egipto, donde cayó un terrible granizo sobre la tierra, antes de la plaga de langostas, acompañado del trueno y de un tipo de fuego (Ex 9, 23-24), como también en el Sinaí, cuando el mismo Señor bajó en medio del trueno y el relámpago, para hablar al pueblo desde el fuego (Ex 19, 16-18; 4, 11-12). De esa manera la tierra que antes había parecido el jardín de paraíso (Gen 2, 8) cambió y se convirtió en un desolado desierto.
פּליטה no significa escapar o liberarse, ni aquí ni en Abd 1, 17, sino simplemente algo que ha quedado aparte (que ha escapado de la destrucción). En este caso significa la tierra que no ha sido devastada; porque va en contra del uso del lenguaje referir el לו (como hacen muchos comentaristas) al enjambre de langostas, del cual no hay escape ni liberación posible (cf. 2 Sam 15, 14; Jc 21, 17; Esd 9, 13. De un modo consecuente, לו solo se puede referir a הארץ. El perfecto היתה se relaciona con אחריו, lo que significa que el enjambre de langostas ha completado ya la devastación.