Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Profetas Menores - C. F. Keil - Страница 120
2, 4-6
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4 Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán. 5 Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. 6 Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes.
Estas palabras ofrecen una descripción de ese poderoso ejército de Dios, y del terror que su presencia produce en todas las naciones. La comparación entre las langostas y los caballos se refiere principalmente a su cabeza, que bien mirada, tiene un fuerte parecido con la cabeza de los caballos, como Teodoreto había ya observado; por ese motivo, en alemán se le llama también Heupferde (caballos de heno).
Joel 2, 4 compara la rapidez de su movimiento con la carrera de los caballos de montar (~yviÞr"p', pârâshīm); por su parte, 2, 5 compara el ruido de sus alas en movimiento con el de los antiguos carros de guerra, cuando eran conducidos con rapidez por los duros caminos de montaña. El ruido que producen al devorar las plantas y semillas se compara con el de la llama sobre un campo de abrojos que se quema, y su llegada se compara también con la de un ejército preparado para la batalla. (Cf. Ap 9, 7.9, que ha retomado y expandido estos motivos).
A la vista de este terrible ejército de Dios tiemblan las naciones, de manera que los rostros de todos empalidecen. ~yMi_[;, ‘Ammīm, no significa aquí el pueblo (1 Rey 22, 28), ni las tribus de Israel, sino las naciones en general. En esa línea, es evidente que Joel no está pintando solo la devastación causada por las langostas en un momento aislado, sino que toma la invasión de langostas como signo de un fenómeno universal.
Hay diferentes opiniones sobre la traducción del 2.º hemistiquio de 2, 6, repetido por Nahún 2, 11. La interpretación de rWr)ap' a partir פּרוּר, un caldero (texto caldeo, siríaco, Jerónimo, Lutero y otros), resulta insostenible, פּרוּר viene de פּרר, romper en piezas, mientras que פּארוּר viene de la raíz פאר, en piel, adornar, poner hermoso, de manera que la traducción “ellos se vuelven rojos”, es decir, arden de miedo, que podría apoyarse gramaticalmente es Is 13, 8, resulta de hecho imposible.
Por todo eso, debemos entender פּארוּר, como Ab. Esr., Abul Wal. y otros en el sentido de elegantia, nitor, pulchritudo (elegancia, brillo, hermosura), refiriéndose al esplendor de las mejillas, tomando קבּץ como forma intensiva de קבץ, con el significado de cerrarse en uno mismo, de desvanecerse y perder la hermosura, pues el miedo y la angustia hacen que el rostro quede sin sangre, pálido de terror (cf. Jer 30, 6).