Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Profetas Menores - C. F. Keil - Страница 67
9, 5-6
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5 ¿Qué haréis en el día de la solemnidad, y en el día de la fiesta de Yahvé? 6 Ellos se fueron a causa de la destrucción. Egipto los recogerá, Menfis los enterrará. La ortiga conquistará lo deseable de su plata, y el espino crecerá en sus moradas.
9, 5. La miseria de la que hablan los versos anteriores se sentirá todavía con más fuerza en los días de fiesta. Dado que en el exilio faltarán templo y ritual, los desterrados no podrán celebrar las fiestas del Señor. No se puede observar gran diferencia entre d[e_Am ~Ayæ, yōm mō‘ēd, y hw")hy>-gx; ~Ayà, yōm chag Yehōvâh, como para exigir que nos refiramos a dos fiestas de diverso tipo.
En Lev 23, todas las fiestas que se celebran en un período determinado, o los días en que se celebraban las reuniones sagradas, incluso los sábados, se llamaban מועדי יהוהּ. En esa línea, las tres fiestas en las que todo Israel debía presentarse ante el Señor (Pascua, Pentecostés y Tabernáculos) se describen como chaggīm (~k,yGEx;, cf. Ex 34, 18). Toda festividad gozosa es un chag (Ex 32, 5; Jc 21, 19).
Por eso, carece de sentido la opinión de Grotius y Rosenmüller que aplican el término mō‘ēd a las tres fiestas de peregrinación del año y el de chag Yehōvâh a todas las restantes fiestas, incluyendo las de la Luna Nueva. Tampoco puede sostenerse la opinión de Simson que restringe la última expresión a la gran fiesta de la cosecha (Tabernáculos), conforme a Lev 23, 39. 41.
Las dos denominaciones son sinónimas, pero con algunos matices distintos. (a) Con chag se insiste en la idea de alegría, de manera que el día de fiesta se toma como día de santa alegría ante Yahvé. (b) Por su parte, mō‘ēd expresa más bien la idea de una fiesta establecida por el Señor y santificada para él (cf. Lev 23, 2). Con el añadido de chag Yehōvâh, se insiste en el hecho de que al desaparecer las fiestas de Yahvé desaparecen también todas las restantes formas de alegría ante Dios.
9, 6. El perfecto הלכוּ puede explicarse a partir del hecho de que el profeta ha visto en espíritu al pueblo ya expulsado de la tierra del Señor. הלך significa salir fuera de la tierra. Egipto se menciona como el lugar del destierro, lo mismo que en Os 9, 3. Allí encontrarán todos los israelitas sus tumbas. קבּץ en combinación con קבּר evoca la reunión de los muertos en una tumba común, como אסף en Ez 29, 5; Jer 8, 2; 25, 33.
מף, o נף (como en Is 19, 13; Jer 2, 16; 44, 1; Ez 30, 13.16) es probablemente una contracción de מנף, y responde al copto Membe, Memphe, más que al antiguo egipcio Men-nefr, es decir, mansio bona (la buena mansión), que era el nombre profano de la ciudad de Memphis, la antigua capital del Bajo Egipto, cuyas ruinas pueden verse en la ribera occidental del Nilo, al sur del viejo Cairo.
El nombre sagrado de la ciudad era Ha-ka-ptah, es decir, la casa de la adoración de Phtah (cf. Brugsch, Geogr. Inschriften, 1. pp. 234-5). En ese mismo lugar, zarzas y espinos tomarían el lugar donde antes se guardaban los utensilios de plata. El sufijo de יירשׁם se refiere, ad sensum, al nombre colectivo מחמד לכספּם, lo deseable de su plata (=sus cosas deseables de plata). No se trata de los “ídolos” de plata, como Hitzig imagina, sino de las casas decoradas y provistas de objetos de este precioso metal, como muestra claramente בּאהליהם en la frase paralela. El crecimiento de zarzas y espinos indica la gran desolación de las casas de los hombres (Is 34, 13).