Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Profetas Menores - C. F. Keil - Страница 77

10, 9-10

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9 Desde los días de Gabaa/Gibea, tú has pecado, Israel. ¡Allí se han quedado! ¿No tomará la guerra en Gabaa a estos inicuos? 10 Los castigaré cuando lo desee; los pueblos se juntarán contra ellos cuando sean castigados por su doble crimen.

10, 9. Igual que en Os 9, 9, aquí también se citan los días de Gibea, es decir, los días del crimen despiadado que se cometió en Gibea en contra de la concubina del levita. Esos días se recuerdan también como principio del pecado de Israel. Es evidente que מיממי no ha de entenderse en un sentido comparativo, ni ha de tomarse como referido al día de la elección de Saúl, que salió de Gibea para ser coronado rey (trad. caldea).

Las siguientes palabras (שׁם עמדוּ גגו), que son difíciles de traducir, y que han sido explicadas de modos distintos, no describen la conducta de Israel de aquellos días, pues, en primer lugar, la afirmación de que la guerra no les sobrevino no responde a los hechos, pues las otras tribus vengaron aquel crimen de un modo tan severo que la tribu de Benjamín fue casi totalmente exterminada. Y, en segundo lugar, el sufijo vinculado a תּשּׂיגם se refiere evidentemente a las mismas personas que están evocadas en Os 9, 10, es decir, a los israelitas de las diez tribus a las que Oseas anuncia el juicio que les sobreviene.

Esas personas son por tanto el sujeto de עמדוּ, y de un modo consecuente עמד significa mantenerse, quedar, perseverar (cf. Is 47, 12; Jer 32, 14). Allí en Gibea permanecieron, es decir, perseveraron en el crimen, sin que les destruyera la guerra que allí se inició en contra de los pecadores. (El imperfecto, en una frase subordinada, se utiliza para describir las consecuencias necesarias de algo; por su parte, עלוה se utiliza en lugar de עולה, como זעוה en Dt 28, 25 en lugar de זועה).

El significado de la imagen es, por tanto, que desde los días de Gibea los israelitas persisten en el mismo pecado; pero, mientras que aquellos pecadores fueran castigados y destruidos por la guerra, las diez tribus se mantienen todavía en el mismo pecado, sin haber sido destruidos por una guerra semejante, como la de los guibeonitas. Pues bien, Yahvé les castigará por ello.

10, 10. בּאוּתי, en mi deseo (cuando lo desee), conforme a mi voluntad, es una descripción antropomórfica de la severidad del castigo. ואסּ'רם de יסר (cf. Ewald, 139 a), con el waw de la apódosis. El castigo consistirá en el hecho de que las naciones se reunirán en torno, es decir, en contra de Israel. בּאסרם, literalmente “en su castigo”, es decir, “cuando yo les castigue”.

El qetib עינתם no puede ser el plural de עין, porque el plural עינות no se utiliza para referirse a los ojos. Por eso, la traducción “ante sus dos ojos”, en el sentido de “sin que fueran capaces de impedirlo” (Ewald) evocaría el hecho imposible de atar a una persona ante sus propios ojos. Más aún, el uso de שׁתּי עינות en lugar del simple dual sería aún más inexplicable. Por eso debemos dar preferencia al kere עונת, mirando el qetib como una forma distinta, que puede explicarse por el cambio de עי en עו, y tomando t(nOA[ como una contracción de עונת, dado que עונה no puede tomar el significa de “tristeza” (caldeo), ni de trabajo duro o servicio tributario.

En esa línea, no se puede aceptar el sentido de tristeza, ni de trabajo duro. La misma objeción puede elevarse en contra de la suposición de que la doble obra puede referirse a Efraín y Judá. En ese contexto se han trazado diversas hipótesis, en la línea de lo que se ha llamado un locutionis monstrum, una monstruosidad verbal, de manera que, a causa de ese doble crimen (לשׁתּי עונתם) Judá y Samaría se verían obligadas a someterse a un mismo yugo, como si fueran bestias de carga arrastrando un mismo carro.

Estas dos transgresiones o crímenes no se pueden interpretar como los dos becerros de oro, de Betel y Dan (Hitzig), ni aplicarse a la infidelidad respecto a Yahvé y la entrega a los ídolos, en la línea de Jer 2, 13 (Cirilo, Teodoreto), sino más bien a la apostasía respecto a Yahvé y respecto a la casa real de David, en la línea de Os 3, 5, donde se afirmaba con toda claridad que la conversión definitiva de la nación consistiría en la búsqueda de Yahvé y en la aceptación de David como rey.

Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Profetas Menores

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