Читать книгу Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento - Profetas Menores - C. F. Keil - Страница 79
10, 12-13
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12 Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en misericordia; haced para vosotros barbecho, porque es el tiempo de buscar a Yahvé, hasta que venga y os enseñe justicia. 13 Habéis arado impiedad y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira. Porque confiaste en tu camino y en la multitud de tus valientes,
En 10, 12-13 se añade una llamada al arrepentimiento y a una reforma de vida, con figuras semejantes a las anteriores. Las palabras sembrar y segar se utilizan para evocar la conducta espiritual y moral del pueblo. לצדקה, en justicia, es paralelo de לפי חסד, sembrar en justicia, lo que significa que la justicia es como una semilla que da buen fruto, sobre todo en relación con los otros hombres. El fruto de la justicia es la חסד, el amor condescendiente y misericordioso respecto a los pobres y necesitados.
rynI+ ~k,Þl' WrynIï, con nīr nīr, que tanto aquí como en Jer 4, 3, significa sembrar en un suelo virgen, convertir la tierra que no había sido cultivada en terreno arable. Este es el sentido de fondo de la frase: abandonar todo tipo de conducta anterior, y crear para ellos una nueva esfera de actividad, comenzar un tipo nuevo de vida. ועת, y “ciertamente es tiempo de”, es el tiempo apropiado para abandonar los caminos de pecado y para buscar al Señor hasta que (עד) él vuelva, es decir, hasta que os muestre de nuevo su gracia, y haga que ella llueva sobre vosotros.
qd<c,Þ, tsedeq, rectitud, no salvación, un significado que esta palabra no tiene nunca, y menos aún aquí, donde tsedeq corresponde al hq'd"c., tsedâqâh, de la frase anterior. Dios hace que llueva la justicia, pues él no concede solo fuerza para conseguirla, para que crezca la semilla (cf. Is 44, 3), sino que debe engendrarla y crearla en los hombres por su Espíritu Santo (Sal 51, 12). La razón para esta llamada se da en 10, 13, con otra alusión a la conducta moral de los hombres.
Hasta ahora ellos han sembrado y segado injusticia y pecado, y por eso han tenido que comer mentiras, pues no promovieron la prosperidad del reino, como habían imaginado, sino que lo habían llevado a su decadencia y ruina, porque no habían confiado en Yahvé, su creador, su roca de salvación, sino en sus caminos falsos y en su propio poder, es decir, en la fuerza de su ejército (Am 6, 13), sin descubrir que no tenía valor alguno.