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3.3 Las mejoras en el aprovechamiento energético

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Tanto la producción artesana como el comercio se beneficiaron de mejoras en el aprovechamiento de las energías naturales, a veces poco vistosas pero muy eficaces, como la ya citada de la forja catalana. Los molinos hidráulicos se perfeccionaron para adaptarse mejor a las disponibilidades de agua de cada lugar y a distintos usos: moler el grano, compactar tejidos (abatanar), mover una sierra... Sin embargo, la principal novedad fue el perfeccionamiento y difusión del molino de viento, útil cuando el agua tiene poco desnivel para mover un molino hidráulico (caso de Holanda) o es muy escasa, como en La Mancha.

El aprovechamiento de la energía eólica adquirió aún más importancia en la navegación. Junto con las ya citadas innovaciones del timón de popa y la brújula, un mejor aprovechamiento de la fuerza del viento, a base de multiplicar las velas y mejorar su disposición y manejo, permitió construir barcos más grandes y más eficientes, hecho que tuvo importancia para el comercio a larga distancia, que ya hemos visto, y para la construcción naval, que veremos más adelante.

La otra gran innovación energética de la Edad Moderna es la gran expansión en el uso, y por tanto extracción, del carbón mineral, sobre todo en Gran Bretaña. El elevado consumo de leña o de carbón vegetal (doméstico o industrial) provocó en el siglo XVI un proceso de deforestación y de encarecimiento de la leña. Al ser el carbón abundante y relativamente fácil de extraer en Gran Bretaña, empezó a ser utilizado en aquellos procesos que solo necesitaban una fuente de calor, como la fabricación de jabón o de cerveza o el refinado de azúcar. Aunque no podía ser utilizado en la siderurgia, que era posiblemente el sector donde más leña se consumía, su uso se difundió ampliamente: a mediados del siglo XVI se extraían en Gran Bretaña unas 200.000 toneladas de carbón por año; a finales del XVII, unos 3.000.000 de toneladas. La turba, más barata, pero con menos potencia calorífica, fue muy usada como alternativa a la leña y el carbón, especialmente en Holanda y algunas zonas del norte de Alemania.

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