Читать книгу Ejército de Liberación Nacional (ELN). Historia de las ideas políticas (1958-2018) - Carlos Medina Gallego - Страница 24
La zona de implantación del primer foco guerrillero
ОглавлениеVíctor Medina Morón regresó al país a mediados de 1963 y comenzó a realizar los contactos en Santander, Bucaramanga y Barrancabermeja, principalmente, por ser la zona donde había desplegado su actividad política anterior. La tarea esencial, para el momento, consistía en realizar los contactos pertinentes que fuesen abriendo el trabajo político para el nuevo movimiento y decidir el sitio de ubicación del primer grupo guerrillero: el lugar desde donde habría de emprenderse la primera marcha57.
Varias fueron las razones por los cuales se escogió Santander como zona de operaciones: la tradición de lucha del pueblo santandereano, en especial donde actuaron en los últimos años las guerrillas liberales de Rafael Rangel; la circunstancia de no existir grupos bandoleros que pudieran ser causa de confusión para la gente, como ocurría en otros departamentos; topográficamente se contaba con un terreno óptimo para la guerra de guerrillas y sobretodo la posibilidad que ofrecía la región que un desarrollo ulterior permitiera controlar la zona petrolera más rica del país, el ferrocarril del Magdalena y el movimiento obrero de mayor importancia nacional. A todo esto se sumaban las especiales condiciones revolucionarias del estudiantado de la Universidad Industrial de Santander (UIS), conocidas por Medina y Lara, y el hecho mismo de que ellos, junto con Espitia, habían desarrollado anteriormente una actividad política en esos sectores, conociendo muchas de sus gentes (Arenas, 1971).
Rafael Ortiz, miembro del Comando Central de la UC-ELN, en entrevista concedida a Martha Harnecker (1988), al referirse a este tema, señala que se decidió la región de Santander, en el municipio de San Vicente de Chucurí, para implantar el proyecto revolucionario por razones de orden histórico y político. En los años veinte del pasado siglo, la región fue escenario de importantes luchas de artesanos y campesinos, con ideas socialistas, que se insurreccionaron en 1928, en San Vicente de Chucurí, Puerto Wilches y Barrancabermeja, con los idearios del movimiento de los Bolcheviques del Líbano58. Otra razón histórica señalada, más próxima al surgimiento del ELN, fue la experiencia de la guerrilla liberal de Rafael Rangel en la zona.
Estas razones de tipo histórico se sumaron a las de orden social y político que tenían que ver con los movimientos campesinos de lucha por la tierra, la presencia de las transnacionales del petróleo en la región, el desarrollo de la conciencia política de los sectores populares, obreros y campesinos en esa zona del Magdalena Medio, tanto por la experiencia de la guerrilla liberal como por el trabajo del Partido Comunista. También influyeron los nexos políticos y la solidaridad entre los campesinos y los obreros petroleros de Barrancabermeja y el empuje revolucionario del movimiento estudiantil de Bucaramanga y Bogotá (Harnecker, 1988).
La región de San Vicente de Chucurí, donde finalmente se instaló el primer grupo, contaba, en el concepto de quienes debían tomar la determinación, con excelentes condiciones para la implantación del proyecto.
El área escogida reunía una serie de ventajas. Por una parte, había zonas montañosas selváticas de difícil acceso para un enemigo que no las conocía, buena agua y facilidades de entrar provisiones. Por otra parte se contaba con varias poblaciones de importancia no muy distantes y con una población campesina de alguna experiencia en la actividad armada, como que había colaborado de una u otra forma con las guerrillas liberales, además, en su mayoría los habitantes de la región eran jornaleros agrícolas, propietarios algunos de ellos de pequeñas “mejoras”, pero no aferrados a una propiedad rural de la que carecían, habían sufrido la violencia y la persecución oficial, cuando no el despojo y la arbitrariedad de terratenientes, acaparadores y usureros. Para ellos la lucha no era extraña, sino que estaba latente como recurso último para lograr la transformación de un sistema que secularmente los ha marginado y oprimido y cambiar unas relaciones de producción preñadas de injusticia. (Arenas, 1971, p. 42)