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II. CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE DIGITALIZACIÓN DEL MERCADO DE TRABAJO Y RAZONES PARA LA INTERVENCIÓN EN POLÍTICA DE EMPLEO

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La revolución digital no significa el fin del trabajo sino el fin de categorías de pensamiento que la revolución industrial ha proyectado sobre la intervención humana (SUPIOT, A., 2019, p. 17). Así se expresa Alain Supiot y si tiramos del sentido del hombre que el concibe y lo trasladamos al contenido de nuestras reflexiones, el objeto técnico no es necesariamente un objeto material. Existen técnicas humanas físicas, pero también técnicas inmateriales de las que el derecho es una de las más antiguas y los algoritmos una de las más recientes. El trabajo humano combina siempre su dimensión objetiva de acción sobre el mundo exterior con una dimensión subjetiva sobre sí mismo. Por eso, la comprensión del trabajo en este siglo XXI, al igual que en los precedentes, supone la unión de las dos caras – subjetiva y objetiva– del trabajo.

El incremento del empleo, de su calidad y de los niveles salariales está relacionado con el crecimiento de la productividad de nuestra economía. En este sentido, es llamativo que la tasa anual promedio del incremento de la productividad total de los factores de producción en los últimos 20 años haya sido en España del 0,2% frente al 0,8% en Alemania. Un factor que puede influir al respecto es la dimensión de las empresas españolas, de las que el 95,44% son microempresas con menos de 10 trabajadores, a lo que se suma una frágil capacidad financiera y una menor productividad comparativa, que ronda el 45% menos que Francia o Alemania (COSTA y ÁLVAREZ, 2020, pp. 149 y ss.). A esto tenemos que sumar que las pymes se caracterizan por una tendencia al empleo inestable y a la generación de economía sumergida (COSTAS, 2014, pp. 155 y ss.).

Otros factores a tener en cuenta son el capital humano, la inversión en I+D y en tecnología o la flexibilidad de los mercados que influyen en los objetivos de productividad, problemas que se acentúan si sumamos la composición sectorial del empleo en España que no puede competir en igualdad de condiciones al centrar su actividad en sectores con bajo valor añadido, bajos salarios, baja productividad…

Para hacer frente a estas cuestiones el instrumento necesario son las políticas activas de empleo en tanto que pilar en la lucha contra el desempleo por constituir “un elemento fundamental en la configuración de un mercado de trabajo sostenible que en la actualidad se enfrenta al reto del envejecimiento demográfico. Por ello, el refuerzo y modernización de las políticas activas de empleo es una (…) pieza clave del paquete de reformas que serán elevadas al Diálogo Social”2, según se recoge en el componente 23 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y que luego desarrollaremos. Es importante el reconocimiento que este Plan hace de la ineficacia de las políticas activas de empleo para reducir el paro de larga duración y garantizar la inserción de los desempleados o ser eficaces en los procesos de orientación profesional para las personas trabajadoras.

Igualmente, se hace necesario abordar un planteamiento de superación de las dificultades en la formación – baja inversión en la formación por parte de las empresas, empleos temporales y desempleados que entran en una espiral de descualificación mientras están fuera del mercado– que son un lastre para el crecimiento y sitúa a España ante el cambio técnico con más dificultades que otros países (VALLECILLO, 2021).

Los informes y estudios de las organizaciones internacionales (FMI, OIT, OCDE) evidencian un incremento de las desigualdades económicas y sociales que se ha acentuado con la actual crisis y no solo a nivel internacional sino en cada estado.

Las cuestiones que se plantean para justificar la intervención pasan por:

– La importancia de la formación

– Afectación de las crisis a los jóvenes, las mujeres y las personas con baja cualificación

– Refuerzo de las administraciones locales en el diseño y actualización de las PAE

– Influencias de las grandes empresas y las plataformas en la conformación de decisiones políticas

– Concepto actual de clase trabajadora

– Impacto de la precariedad

– Y un mundo del trabajo en el que no solo hay que prestar atención a las personas trabajadoras sino también al tejido empresarial y su composición

Veremos cómo se afrontan estas cuestiones en los diferentes documentos analizados.

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