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El segundo movimiento hacia abajo
ОглавлениеSe ilustra el segundo movimiento hacia abajo en la figura 6.7 e para la brazada izquierda, y en las figuras 6.7 m-n, para la brazada derecha (véanse las páginas 200 y 201). El segundo movimiento hacia abajo debe ser una extensión del brazo hacia atrás, hacia abajo y ligeramente hacia fuera, que empieza durante la transición del movimiento anterior y continúa hasta que el brazo esté completamente extendido y bastante por debajo del cuerpo.
Los nadadores deben empujar hacia atrás contra el agua en una dirección casi horizontal durante la parte superior del segundo movimiento hacia abajo, desde el momento en que la mano está pasando por el hombro hasta que esté enfrente de la cintura. Los nadadores estarán empujando hacia atrás contra el agua con la parte ventral del antebrazo y la palma de la mano durante este tiempo, con muy poca extensión del brazo. Durante la segunda parte del movimiento hacia abajo el brazo debe dirigirse hacia atrás y hacia abajo, con una extensión vigorosa del codo. El segundo movimiento hacia abajo debe terminar cuando el brazo esté completamente extendido bastante por debajo del cuerpo. La ilustración de la figura 6.10 muestra cómo probablemente se genera la propulsión durante el segundo movimiento hacia abajo.
Figura 6.10. Propulsión durante el segundo movimiento hacia abajo de espalda.
Algunos nadadores también desplazan el brazo hacia dentro en dirección al muslo durante esta fase de la brazada. Sin embargo, creo que es mejor desplazar el brazo no sólo hacia atrás y hacia abajo sino también ligeramente hacia fuera durante este segundo movimiento hacia abajo. Desplazarlo ligeramente hacia fuera permitirá a los nadadores mantener el antebrazo mirando hacia atrás más tiempo durante la parte alta de este movimiento.
Las yemas de los dedos deben seguir mirando hacia fuera durante el segundo movimiento hacia abajo. Los nadadores no deben girar los dedos hacia arriba durante esta fase. Mientras que ésta fue una técnica popular en los años setenta, ahora las filmaciones subacuáticas muestran que la mayoría de los espaldistas de nivel mundial mantienen los dedos mirando hacia el lado durante este movimiento. Esto les permite mantener la palma mirando hacia atrás durante más tiempo y también hace que la transición a la próxima fase propulsora, el segundo movimiento hacia arriba, sea más fácil. La mano, que estaba inclinada hacia arriba y hacia dentro al final del anterior movimiento hacia arriba, estará mirando hacia abajo, hacia el fondo de la piscina, cuando se completa el segundo movimiento hacia abajo. No obstante, debe mantenerse mirando hacia atrás el mayor tiempo posible.