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La relajación y la salida

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La salida del brazo izquierdo se muestra en la figura 6.7i y, la salida del brazo derecho, en la figura 6.7r (véanse las páginas 200 y 201). La relajación tiene lugar al acercarse la mano a la parte dorsal del muslo. Los nadadores deben dejar de empujar contra el agua al acercarse la mano al muslo. Deben girar la palma hacia dentro para que la mano se desplace por el agua de canto con un mínimo de arrastre resistivo. Aunque el brazo debe seguir desplazándose hacia arriba, su inercia dirigida hacia atrás debe superarse para que también pueda avanzar. Esto se logra rotando el cuerpo hacia el brazo que realiza la brazada y elevando el hombro del brazo que realiza el recobro hacia arriba y hacia delante. La mano debe salir del agua con el pulgar primero, no con el meñique primero como han sugerido algunos expertos. La velocidad de la mano debe disminuir considerablemente una vez hecha la relajación, permitiendo que el momento ascendente del segundo movimiento hacia arriba lleve el brazo fuera del agua y al recobro con un mínimo de esfuerzo muscular.

La secuencia tomada por encima del agua presentada en la figura 6.12 muestra la parte del recobro del brazo que se realiza por encima de la superficie desde la vista lateral. Después de llegar a la superficie, el brazo debe desplazarse hacia arriba y por encima del agua hasta que realice la entrada. El recobro debe realizarse alto y por encima de la cabeza, no bajo y lateralmente. Un alto recobro por encima de la cabeza reduce cualquier tendencia del brazo a arrastrar las caderas y las piernas fuera de su alineación lateral.

La mano debe salir del agua con el pulgar primero. La palma debe mirar hacia dentro o hacia abajo durante la primera mitad del recobro. Sin embargo, debe estar rotado hacia fuera durante la segunda mitad para que pueda efectuar la entrada con el meñique primero. Este cambio de dirección de la palma de dentro afuera debe ocurrir rápidamente al pasar el brazo por encima de la cabeza en el pico del recobro. Se debe realizar el recobro de los brazos rápida pero suavemente. La mano y el brazo deben estar lo más relajados posible para que los músculos puedan descansar un poco entre las brazadas subacuáticas.

El brazo y el antebrazo llegarán al agua mucho antes de que entre la mano, como se ve en las figuras 6.12 g-h, lo que hará inevitable empujar el agua hacia delante con el brazo cuando entra en el agua. No hay nada que los espaldistas puedan hacer para impedirlo. Sin embargo, pueden reducir el arrastre por empuje de dos formas: primero metiendo los brazos suavemente con un mínimo de fuerza hacia atrás, y segundo, llevando el hombro alto durante el recobro y manteniéndolo en una posición alta hasta que el brazo pase por encima de la cabeza. Mantener el hombro alto permitirá a los nadadores evitar que el brazo entre en contacto con el agua durante el mayor tiempo posible durante el recobro. Rotar el cuerpo hacia el lado opuesto facilita la posición alta del hombro durante el recobro. Los nadadores que no rotan al lado por lo menos 45º encontrarán que la parte superior del brazo estará empujando el agua antes de que haya completado la mitad del recobro. Por consiguiente, la rotación corporal es un aspecto muy importante de un buen estilo de espalda.

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