Читать книгу El despertar de un asesino - Jorge Eguiazu - Страница 28
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Pedrito se despertó de a poco. Sentía un ruido seco que sonaba y se repetía. No entendía del todo que era hasta que se despabiló totalmente. Era su mamá que tocaba a la puerta de su pieza.
—Pedrito, te buscan en la puerta.—declaró.
—Es Juan Cruz. –continuó. Se lo ve medio triste, melancólico. ¿Ha pasado algo entre ustedes?—preguntó.
—Mamá, no te metas en mis asuntos.—contestó Pedrito. La madre no podía creer lo que acababa de escuchar.
Aunque no tenía la menor intención de mantener una conversación con J.C., sabía que era algo inevitable. Por experiencia con su madre, sabía que mientras antes lo haga iba a ser mejor.
—Perdón mamá.—dijo Pedrito. No quería faltarte el respeto.—continuó.
—Dile a Juan que me espere 10 minutos y bajo.— terminó diciendo.
Su mamá no dijo nada. Cerró la puerta lentamente y bajó las escaleras.