Читать книгу La niña más bonita de Alella - Lovelance - Страница 5

2007

La vio sentada en el banco de piedra y la saludó desde su verja. Caminó lentamente por la acera hasta situarse frente a ella, y le habló con una sonrisa que a la niña le pareció angelical.

—¿Qué haces aquí sola? ¿No hay nadie en casa? —preguntó su vecino con los brazos apoyados en el muro.

—No… Estoy esperando a que llegue mi madre.

—Ya veo. ¿Tienes hambre? Es más de mediodía…

Hacía rato que su estómago rugía y la niña asintió enérgicamente con la cabeza. Él aprovechó la coyuntura; con su discurso meloso, no tuvo que esforzarse en absoluto para persuadir a la inocente cría.

—Si vienes conmigo, te haré un bocata de salchichón.

La pequeña abrió los ojos como platos ante su ofrecimiento, pues le encantaba el embutido y estaba hambrienta; no pudo resistirse a la tentación, así que aceptó con decisión y le siguió plenamente confiada hasta su casa, dos puertas más allá.

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