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8. Claves para ser una buena nuera

Se habla mucho de las suegras, ¿pero cuál es el papel de las nueras, la otra cara de la moneda? Hablaremos sobre algunos de los consejos propuestos por Isabel Llorente en su libro Suegras y nueras.

No creas que la familia política o la suegra está observando todos los pasos que das. Por eso, evita reacciones de ira; no te precipites ni actúes de manera nerviosa o asustadiza. Entre más serena estés, el clima de la relación será más estable. La seguridad en ti misma te dará la tranquilidad que anhelas para actuar asertivamente.

Sé inteligente: actúa con ecuanimidad y madurez emocional desde el principio de tu matrimonio; evita ser demasiado susceptible. Esto dará más estabilidad a tu hogar.

Es lógico que tu suegra, como madre de tu esposo, conozca muchos detalles sobre su vida. ¡Que esto no te cause celos! Mejor disfruta lo que te platique sobre sus años de niñez y juventud. Finalmente acabarás conociéndolo más tú, por ser él ya parte de ti.

Si amas tanto a tu esposo y es un hombre valioso, agradece a tu suegra que fue quien lo formó. Si tu esposo sabe amar, es que sus padres le enseñaron a amar y tú estás recibiendo los frutos.

Respétala mucho. No sabes a ciencia cierta qué hay dentro de su corazón: soledad, quizá años de lucha y cansancio muy comprensibles.

Acepta de buen agrado los consejos que te dé tu suegra. Comprende que las madres tienen un instinto maternal que les impulsa a seguir cuidando a sus hijos, aunque sean mayores.

Trata de no ver sus defectos. Llevas su apellido, que será también el apellido de tus hijos. Da a tus hijos ejemplo de gran corazón. No rompas la armonía familiar.

Tan abuela es la abuela materna como la paterna. Llévale también tus hijos a tu suegra, y enséñalos a amar a las dos por igual.

Generalmente un buen hijo se convierte en un buen esposo. Permítele que cumpla libremente con sus deberes de hijo.

Irás madurando, y debes aprender a tomar en cuenta lo bueno de las personas, principalmente de tu suegra.

Los celos pueden extenderse también a las cuñadas. Tú eres la esposa. Confía en ti misma. El amor de esposo no significa que él deba dejar de amar al mundo entero, incluyendo a sus hermanos y amigos.

Procura tener salud mental: no le des tantas vueltas a las cosas. Cuando haya un malentendido, habla con tu suegra, perdonen y olviden, dando pronto vuelta a la página.

Transmite a tus hijos la herencia familiar de sus abuelos paternos y maternos; verás cómo en un futuro esto te permitirá tener a todos tus hijos juntos, con tus nietos felices, en un cálido ambiente familiar.



Cuando los problemas aparecen... y crecen

Mujer, ¡apuéstale a la familia!

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