Читать книгу Mujer, ¡apuéstale a la familia! - Lucía Legorreta - Страница 23

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1. Anorexia emocional

Fue hace poco cuando escuché este término y me pareció curioso. La anorexia es una trastorno alimenticio en el que la persona limita su comida al máximo de forma voluntaria. Sin embargo, en la pareja también existe la anorexia a nivel emocional: se trata de aquellas que han perdido el sabor del amor y se niegan a alimentarlo.

Existen personas que padecen de anorexia en sus emociones; se niegan a recibir amor, regalos, una buena conversación, se aíslan en sus sentimientos y en su manera de corresponder.

En la anorexia emocional se tiene miedo al compromiso, a sentirse gratificados con una pareja. Las personas que la padecen solo exigen o simplemente se cruzan de brazos y se cierran a que se les nutra emocionalmente. Son personas que presentan un empobrecimiento en términos afectivos, es decir, se niegan a recibir afecto, abrazos, caricias e intimidad; rechazan recibir amor y bloquean gran parte de sus emociones.

Los anoréxicos temen comer porque saben que subirán de peso. Quienes sufren de anorexia emocional, por su parte, lidian con grandes temores en su vida: a ser lastimados, abandonados, a ser criticados… y ese miedo los paraliza.

Esta enfermedad puede ser consecuencia de experiencias traumáticas durante la niñez, de imitar la conducta de los padres que nunca les expresaron afecto, o bien de algún trastorno escolar en el que su físico los marcó de por vida.

¿Cómo saber que tu pareja o tú misma sufren de anorexia emocional? He aquí algunas señales:

 Llevan un registro de lo que hace o deja de hacer la pareja y desean ser el centro de atención.

 Son obsesivos con la vida en pareja y llevan un recuento de las llamadas, detalles y expresiones de amor.

 No se sienten a gusto consigo mismos y sufren, por lo que no se alimentan afectivamente

 Sienten una gran necesidad de ser queridos y valorados, pero en el fondo se privan del goce de la afectividad.

 Se enredan en relacionas conflictivas porque no se aceptan como son.

 Generalmente son personas celosas.

 No comprenden el hecho de que sus parejas sí gocen y acepten la vida.

Las consecuencias son reales: casi todas sus relaciones sociales se ven afectadas; su autoestima y crecimiento espiritual se deterioran; presentan depresión y estrés y pierden la capacidad de apreciar la vida.

La pareja perfecta no existe, pero el comportamiento de los anoréxicos se dirige siempre hacia la perfección.

Si tú o tu pareja están viviendo esta situación deben de reconocer si el mecanismo de rechazo en el afecto es natural o aprendido; tomar los riesgos de dar y recibir afecto, y resaltar las cualidades y no las carencias.

Si es necesario, soliciten asesoría psicológica profesional, ya que uno de los dos no disfruta el hecho de recibir todo lo bueno del otro.


Mujer, ¡apuéstale a la familia!

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