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1. BENEFICIOS DE LOS CONSUMIDORES Y COSTES DE LOS PRODUCTORES

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El consumo de un bien proporciona valor –se le puede llamar también beneficio– a la persona que lo realiza para satisfacer su necesidad. Un supuesto habitual es que el beneficio que cada persona extrae del consumo de un bien (B) aumenta cuanto mayor es este, aunque va decreciendo con cada unidad adicional consumida. Que este valor marginal (BMg) sea decreciente no significa que el consumidor no extraiga valor del consumo de nuevas unidades de bienes, sino que ese valor es menor que el que se derivaba de la última unidad consumida anterior a estas.

Bajo determinados supuestos, se puede pensar que el beneficio total del consumo de bienes (BS) para la sociedad es la suma de los beneficios individuales. De la misma forma, podrían sumarse los beneficios marginales individuales para obtener el beneficio social marginal (BSMg). A medida que la sociedad va consumiendo más bienes y servicios, el beneficio social marginal se va reduciendo. El Gráfico 1 representa esa situación para el caso de un único bien (X). El valor social marginal se representa en el eje vertical. La forma de la curva muestra que a medida que aumenta el consumo del bien X, el beneficio para la sociedad es positivo, aunque decreciente.

Gráfico 1. Beneficios y costes del consumo de bienes


La otra vertiente relevante en el análisis de la eficiencia son los costes que implica la producción de esos bienes. Para la producción de cualquier bien o servicio es necesario el uso de factores productivos, cuya utilización supone un coste. Se puede pensar que, cuanto mayor es el volumen de producción, mayores son también los costes (C). Si estos aumentan o se reducen a medida que se van produciendo unidades adicionales es, sin embargo, una cuestión debatida. El supuesto más habitual es que, aunque el coste marginal de producción de un bien (CMg) se reduce con las primeras unidades producidas, resulta difícil que cuando el volumen de producción alcanza un determinado nivel no aumente el coste de cada nueva unidad producida (rendimientos decrecientes). Esto suele ser habitual en la producción de servicios de bienestar social, como los relacionados con la sanidad o la educación, para los que no es fácil aumentar la producción sin incrementar el uso de recursos humanos.

Si se agregan los costes totales y los costes marginales individuales se obtienen el coste social total (CS) y el coste social marginal (CSMg). Este último también aparece representado en el eje vertical del Gráfico 1. En él puede apreciarse que el coste social marginal aumenta con la cantidad producida del bien X.

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