Читать книгу Anuario de arbitraje 2017 - Mª José Menéndez Arias - Страница 35
5. Bibliografía
ОглавлениеACCONCI, P., «Determining the Internationally Relevant Link Between a State and a Corporate Investor: Recent Trends Concerning the Application of the “Genuine Link” Test», The Journal of World Investment and Trade, vol. 5, 2004, pgs. 139-175.
ANZOLA, J.E., «Dual Nationality in Investment Arbitration: The Case of Venezuela», Transnational Dipute Management, 2016, núm. 2 (en www.transnational-dispute-management.com).
BAUMGARTNER, J., Treaty Shopping in International Investment Law, Oxford University Press, 2016.
BROCHES, A., «The Convention on the Settlement of Investment Disputes Between States and Nationals of Other States», Recueil des Cours, vol. 136, 1972-II, pgs. 330-410
BURGSTALLER, M., «Nationality of Corporate Investors and International Claims Against the Investor’s Own State», The Journal of World Investment and Trade, vol. 7, 2006, núm. 6, pgs. 857-881.
DÍEZ-HOCHLEITNER, J., e IZQUIERDO SANS, C., «Las inversiones a través de sociedades locales en los APPRIs celebrados por España con países de Latinoamérica», Revista Electónica de Estudios Internacionales, núm. 7, 2003.
DOLZER, R., y STEVENS, M., Bilateral Investment Treaties, Martinus Nijhoff Pub., 1995.
FORTEAU, M., «Nationalité des investisseurs personnes physiques et nationalité des investisseurs personnes morales, actionnaires (minoritaires)», en LEBEN, C. (dir.), Droit international des investissements et de l’arbitrage transnational, Pedone, 2015, pgs. 161-199.
LEE, J., «Resolving Concerns of Treaty Shopping in International Investment Arbitration», Journal of International Dispute Settlement, vol. 6, 2015, núm. 2, pgs. 355-379.
LETELIER ASTORGA, R., «The Nationality of Juridical Persons in the ICSID Convention in Light of Its Jurisprudence», Max Planck Yearbook of United Nations Law, 2007, pgs. 417-472.
LÓPEZ ORTIZ, A, CAICEDO, J.J., y AHERN, W., «Two Solutions For One Problem: Latin America’s Reactions to Concerns Over Investor-State Arbitration», Spain Arbitration Review, núm. 27, 2016, pgs. 9-49.
NATHAN, W., The ICSID Convention: The Law of the International Center for Settlement of Investment Disputes, Juris publishing, 2000 (en pg. 97).
ORREGO VICUÑA, F., «Changing Approaches to the Nationality of Claims in the Context of Diplomatic Protection and International Dispute Settlement», ICSID Review - Foreign Investment Law Journal, 2000, núm. 2, pgs. 340-361.
SCHREUER, C.H., The ICSID Convention: A Commentary, 2.ª ed., Cambridge University Press, 2009.
SCHREUER, C.H. «Nationality of Investors: Legitimate Restrictions vs. Business Interests», ICSID Review - Foreign Investment Law Journal, 2009, núm. 2, pgs. 521-527.
SINCLAIR, A., «ICSID”s Nationality Requirement», en WEILER, G. (ed.), Investment Treaty Arbitration and International Law, JurisNet, 2008
SORNARAJAH, M., The International Law of Foreign Investment, 3.ª ed., Cambridge University Press, 2010.
TOUZÉ, V.S., La protection des droits des nationaux à l’étranger. Recherches sur la protection diplomatique, Pedone, 2007.
WISNER, R., y GALLUS, N., «Nationality Requiremnents in Investor-State Arbitration», The Journal of World Investment and Trade, vol. 5, 2004, núm. 6, pgs. 927-945.
50 Véase, por ej., el APPRI entre España y Colombia de 31 de marzo de 2005 (art. 1.1.a).
51 2012 U.S. Model Bilateral Investment Treaty (art. 1), disponible en http://www.state.gov/documents/organization/188371.pdf. (dic. 2016).
52 Así, en su Opinión consultiva sobre los Decretos de nacionalidad promulgados en Túnez y Marruecos, de 7 de febrero de 1923, la CPJI señalaba que «The question whether a certain matter is or is not solely within the jurisdiction of a State is an essentially relative question […]; Thus, in the present state of international law, questions of nationality are, in the opinion of the Court, in principle within this reserved domain» (PCIJ, Serie B, núm. 4, 1923, pg. 24). Ese principio se recoge en diversas decisiones de Tribunales del CIADI, entre los que figura la Decisión sobre jurisdicción y admisibilidad de 24 de septiembre de 2008 en el asunto Micula c. Rumanía (CIADI núm. ARB/05/20, pár. 86).
53 Art. 15.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Véase en este sentido la Decisión sobre jurisdicción y admisibilidad de 2008 en el asunto Micula c. Rumanía, antes cit. (pár. 88).
54 Laudo de 7 de julio de 2004 (CIADI núm. ARB/02/7, pár. 55, subrayado añadido).
55 Decisión sobre jurisdicción y admisibilidad de 2008, antes cit. (párs. 91 ss.).
56 Laudo de 8 de mayo de 2008 (CIADI núm. ARB/98/2, párs. 261 ss.).
57 Laudo de 24 de noviembre de 2010 (CIADI núm. ARB/06/19, párs. 380 ss.).
58 FORTEAU, M., «Nationalité des investisseurs personnes physiques et nationalité des investisseurs personnes morales, actionnaires (minoritaires)», en LEBEN, C. (dir.), Droit international des investissements et de l’arbitrage transnational, Pedone, 2015, pgs. 161-199 (en pg. 196).
59 Laudo de 8 de abril de 2013 (CIADI núm. ARB/11/23, pár. 357).
60 Véase también en este sentido la Decisión sobre jurisdicción y admisibilidad de 2008 en el asunto Micula c. Rumanía, antes cit. (pár. 87), y el Laudo sobre jurisdicción y competencia de 19 de junio de 2009 en el asunto Tza Yap Shum c Perú (CIADI núm. ARB/07/6, pár. 63).
61 Sentencia de 6 abril 1955 (Liechtenstein c. Guatemala) (CIJ Reports, 1955, pg. 23).
62 En su Informe a la Asamblea General sobre la labor realizada en su 58.ª período de sesiones, la CDI señalaba que «[…] es necesario tener en cuenta el hecho de que si el requisito del vínculo auténtico propuesto en el asunto Nottebohm se aplicara estrictamente, excluiría a millones de personas de los beneficios de la protección diplomática, ya que en el mundo de hoy, de mundialización económica y migración, hay millones de personas que han dejado sus Estados de nacionalidad para rehacer su vida en Estados cuya nacionalidad nunca adquieren, o bien que han adquirido la nacionalidad, por nacimiento o filiación, de Estados con los que tienen una conexión tenue», en Anuario de la CDI, 2006, vol. II, segunda parte (en pg. 32).
63 Decisión de 11 de abril de 2007 (CIADI núm. ARB/05/15, párs. 198 ss.), con el parecer en contra de F. ORREGO VICUÑA que en su voto disidente se pronunció en favor de la aplicación del test de la nacionalidad efectiva, citando la sentencia de la CIJ en el asunto Nottebohm (pg. 62); además, en su voto disidente al Laudo sobre el fondo, de 1 de junio de 2009, también consideró que se daba un supuesto de adquisición fraudulenta de nacionalidad (pgs. 1-2).
64 Decisión de 2008, antes cit. (pár. 104, subrayado añadido; véanse también los párs. 99 ss.).
65 APPRI de 3 de octubre de 1991 (art. I.1.a).
66 Caso del APPRI entre España y República Dominicana de 16 de marzo de 1995 (art. 1.1.a).
67 Su art. 1.7 exige que «posea la ciudadanía o nacionalidad de dicha Parte Contratante o resida permanentemente en ésta, con arreglo a la legislación nacional aplicable».
68 Art. 1.1(a) del APPRI entre España y Perú de 17 de noviembre de 1994.
69 Véase en este sentido el documento de la UNCTAD titulado Investor-State Dispute Settlement and Impact on Investment Rulemaking (United Nations, 2007), en el que se señala que «Article 25(2)a does not require the claimant to have the nationality of the particular contracting party of the IIA the protection of which is being invoking, it requires the investor to be a national of a Contracting Party of the Convention» (en pg. 12).
70 2008 German Model Treaty (art. 1.3.a), disponible en http://www.italaw.com/sites/default/files/archive/ita1025.pdf. (dic. 2016).
71 Decisión de 15 de diciembre de 2014 (CPA núm. 2013-3, pár. 214, subrayado añadido). No obstante, en su opinión disidente, el árbitro Rodrigo Oreamuno afirma que el requisito de la nacionalidad debe verificarse en el momento de la inversión, si bien no ofrece argumentos al respecto (pár. 9).
72 Decisión de 24 de mayo de 1999 (CIADI núm. ARB/97/4, pár. 31). Véase en el mismo sentido la Decisión sobre jurisdicción de 14 de noviembre de 2005 en el asunto Compañía de Aguas del Aconquija S.A. y Vivendi Universal v. Argentina (CIADI núm. ARB/97/3, párs. 60-63) y la Decisión sobre jurisdicción de 21 de diciembre de 2012 en el asunto Teinver c. Argentina (CIADI núm. ARB/09/1, pár. 255).
73 Laudo de 2008, antes cit. (pár. 414).
74 En el ámbito de la protección diplomática, el Proyecto de Artículos de la CDI de 2006, antes citado, dispone en su artículo 5.1 que «un Estado tiene derecho a ejercer la protección diplomática con respecto a una persona que haya sido nacional suyo desde la fecha en que se produjo el perjuicio hasta la fecha de la presentación oficial de la reclamación», añadiendo que «se presume la continuidad si esa nacionalidad existía en ambas fechas». Véase en este mismo sentido la sentencia de la CIJ de 24 de mayo de 2007 en el asunto Diallo (Guinea c. República Democrática del Congo) (ICJ 2007, pár. 47).
75 SCHREUER, C.H., The ICSID Convention: A Commentary, ob. cit. (en pg. 276).
76 Laudo de 14 de julio de 2010 (CIADI núm. ARB/07/20, pár. 78), citando a SINCLAIR, A., «ICSID”s Nationality Requirement», en WEILER, G. (ed.), Investment Treaty Arbitration and International Law, JurisNet, 2008 (en pg. 101).
77 Véase en este sentido BAUMGARTNER, J., Treaty Shopping in International Investment Law, OUP, 2016 (en pgs. 93 ss.).
78 En relación con las personas jurídicas, véase infra epígrafe 3.2 de este trabajo.
79 Subrayado añadido.
80 2012 U.S. Model Bilateral Investment Treaty, antes cit. (art. 1).
81 Decisión sobre jurisdicción de 2014, antes cit. (pár. 199, subrayado añadido). Véase ANZOLA, J.E., «Dual Nationality in Investment Arbitration: The Case of Venezuela», TDM, 2016, núm. 2 (en www.transnational-dispute-management.com).
82 Laudo de 2008, antes cit. (pár. 415 y nota 346).
83 DOLZER, R., y STEVENS, M., Bilateral Investment Treaties, Martinus Nijhoff Pub., 1995 (en pg. 34).
84 Laudo de 2010, antes cit. (pár. 78).
85 Informe elaborado por los Directores Ejecutivos del Banco Mundial (pár. 29).
86 Reglamento del Mecanismo Complementario (art. 4.2).
87 Decisión sobre jurisdicción de 21 de octubre de 2013 (CIADI núm. ARB/02/9, pgs. 16-17, subrayado añadido).
88 Laudo de 2008, antes cit. (párs. 320 ss.). Véase SCHREUER, C.H.., The ICSID Convention: A Commentary, 2.ª ed., Cambridge University Press, 2009 (en pg. 274).
89 Decisión de 2008, antes cit. (párs. 98 ss.).
90 Decisión sobre sobre jurisdicción de 30 de abril de 2010 (Tribunal ad hoc UNCITRAL, párs. 117 ss.).
91 Proyecto de Artículos de la CDI sobre Protección Diplomática de 2006 (art. 6.1).
92 Laudo de 26 de julio de 2001 (CIADI núm. ARB/98/5, pár. 62).
93 Laudo de 3 de noviembre de 2015 (CIADI núm. ARB/11/33, pár. 274, subrayado añadido).
94 Decisión sobre jurisdicción de 1 de agosto de 1984 (CIADI núm. ARB/82/1; traducción al inglés en ICSID Reports, 1994, núm. 2, pgs.165 ss., en pg. 181).
95 Como ha señalado, BROCHES, A., «the parties should be given “the widest possible latitude” to agree on the meaning of nationality. Any definition of nationality based on a “reasonable criterion” should be accepted», en «The Convention on the Settlement of Investment Disputes Between States and Nationals of Other States», R. des C., vol. 136, 1972–II, pgs. 330-410 (en pg. 361).
96 Decisión sobre jurisdicción de 10 de junio de 2010, antes cit. (CIADI núm. ARB/07/27, pár. 157).
97 Por ej., APPRI con Panamá de 10 de noviembre de 1997 (art. I.1.b).
98 Sentencia de 5 de febrero de 1970 (ICJ Reports 1970, pgs. 4 ss.).
99 Por ej., el APPRI con México de 10 de octubre de 2006 (art. I.5.b).
100 Es el caso del APPRI con Siria de 20 de octubre de 2003 que añade este requisito al de la sede social (art. 1.2.b)
101 Por ej., APPRI con Perú de 17 de noviembre de 1994 (art. 1.1.b).
102 UNCTAD: Scope and Definition. Series on Issues in International Investment Agreements II, Naciones Unidas, 2011 (en pg. 83).
103 Véase DOLZER, R., y STEVENS, M., Bilateral Investment Treaties, ob. cit. (en pg. 35), y SORNARAJAH, M., The International Law of Foreign Investment, 3.ª ed., Cambridge University Press, 2010 (en pg. 324).
104 Laudo de 29 de junio de 2016 (CIADI núm. ARB/11/26, párs. 134 ss.). El Tribunal llega a esta conclusión a pesar de entender que en el caso de entidades holdings (como las reclamantes) «la prueba de administración real y efectiva debe ser flexible y contemplar la naturaleza precisa de la sociedad en cuestión y sus verdaderas actividades» (pár. 199)
105 Decisión sobre jurisdicción de 5 de marzo de 2011 (UNCITRAL, Preliminary redacted version of the award, pár. 217). Adviértase no obstante que el APPRI entre Suiza y Eslovaquia aplicable al caso también exigía que la sociedad desarrollara una actividad económica real en el Estado cuya nacionalidad invocaba.
106 Decisión sobre jurisdicción de 29 de abril de 2004 (CIADI núm. ARB/02/18, pár. 43). Véase en el mismo sentido el voto particular de W.W. Park al Laudo de 26 de julio de 2016 en el asunto CEAC Holdings c. Montenegro (CIADI núm. ARB/14/8), Laudo que no consideró necesario pronunciarse sobre la cuestión.
107 Laudo de 31 de enero de 2014 (CPA núm. 2011-17, pár. 378).
108 Laudo de 22 de junio de 2010 (CIADI núm. ARB/07/14, Excerpts of award, pár. 225).
109 Véase en este sentido la Decisión sobre jurisdicción de 1 de febrero de 2016 en el asunto Ampal Israel Corp. c. Egipto (CIADI núm. ARB/12/11, párs. 144 ss.).
110 Ibid. (pár. 224).
111 Laudo de 31 de marzo de 2003 (CIADI núm. ARB/01/1, pár. 52; disponible en ILM, núm. 42, 2003, pgs. 540 ss.).
112 Véase LÓPEZ ORTIZ, A, CAICEDO, J.J., y AHERN, W., «Two Solutions For One Problem: Latin America’s Reactions to Concerns Over Investor-State Arbitration», Spain AR, núm. 27, 2016, pgs. 9-49 (en pgs. 18 ss.).
113 Laudo de 16 de marzo de 2008 (SCC núm. 080/2005, pár. 17)
114 Decisión de 1 de junio de 2012 (CIADI núm. ARB/09/12, párs. 4.63 ss.).
115 Decisión sobre jurisdicción de 21 de octubre de 2005 (CIADI núm. ARB/02/3, pár. 330). Véanse en el mismo sentido el Laudo de 9 de enero de 2015 en el asunto Gremcitel c. Perú (CIADI núm. ARB/11/17, pár. 184); la Decisión sobre jurisdicción de 8 de febrero de 2013 en el asunto Tidewater c. Venezuela (CIADI núm. ARB/10/5, pár. 184); y la Decisión sobre jurisdicción de 2010 en el asunto Mobil Corporation c. Venezuela, antes cit. (pár. 204).
Véase asimismo SCHREUER, C. H. «Nationality of Investors: Legitimate Restrictions vs. Business Interests», ICSID Rev.-FILJ, 2009, núm. 2, pgs. 521-527 (en pg. 524).
116 Decisión sobre jurisdicción de 2004, antes cit. (pár. 36, subrayado añadido).
117 Sentencia de 5 de febrero de 1970, antes cit. (pár. 58)
118 Ibid. (pár. 70).
119 Decisión sobre jurisdicción de 2004, antes cit. (pár. 19). Véase también el Laudo de 19 de diciembre de 2008 en el asunto TSA Spectrum c. Argentina (CIADI núm. ARB/05/5, párs. 143 ss.).
120 Laudo de 29 de mayo de 2013 (CIADI núm. ARB/11/18, pár. 128 ss.).
121 Decisión sobre jurisdicción y admisibilidad de 18 de abril de 2008 (CIADI núm. ARB/06/3, párs. 71 ss.).
122 Laudo de 2 de octubre de 2006 (CIADI núm. ARB/03/16, párs. 352 ss.).
123 Laudo de 22 de septiembre de 2014 (CIADI núm. ARB(AF)/09/1, párs. 252-253).
124 Laudo parcial de 17 de marzo de 2006 (UNCITRAL, pár. 229, subrayado añadido).
125 Laudo de 3 de abril de 2015 (CIADI núm. ARB/12/22, párs. 141 ss.).
126 Véase TOUZÉ, V.S., La protection des droits des nationaux à l’étranger. Recherches sur la protection diplomatique, Pedone, 2007 (en pgs. 398 ss.).
127 Véanse, entre otros, la Decisión sobre jurisdicción de 2004 en el asunto Tokios Tokeles c. Ucrania, antes cit. (pár. 55); el Laudo parcial de 2006 en el asunto Saluka c. República Checa, antes cit. (pár. 230); el Laudo de 2006 en el asunto ADC c. Hungría, antes cit. (par. 358); o el Laudo de 29 de julio de 2008 en el asunto Rumeli Telekom c. Kazajistán (CIADI núm. ARB/05/16, pár. 328).
128 Véase epígrafe anterior.
129 Decisión sobre jurisdicción de 2010, antes cit. (pár. 205)
130 Laudo de 15 de abril de 2009 (CIADI núm. ARB/06/5, párs. 67 ss. y pár. 93). Véase asimismo el Laudo de 15 de noviembre de 2004 en el asunto Gami c. México (UNCITRAL-NAFTA, pár. 93).
131 Laudo de 15 de abril de 2009, antes cit. (pár. 143, subrayado añadido).
132 Como se señala en el art. 14.2 del Proyecto de Artículos de la CDI sobre Responsabilidad internacional por hechos internacionalmente ilícitos, «la violación de una obligación internacional mediante un hecho del Estado que tiene carácter continuo se extiende durante todo el período en el cual el hecho continúa y se mantiene su falta de conformidad con la obligación internacional».
133 Decisión sobre jurisdicción de 2012, antes cit. (pár. 2.100, subrayado añadido).
134 Laudo de 9 de enero de 2015, antes cit. (pár. 182).
135 Decisión de 17 de diciembre de 2015 (CPA núm. 2012/12, pár. 554, subrayado añadido). Véanse en el mismo sentido la Decisión sobre jurisdicción de 8 de febrero de 2013 en el asunto Tidewater c. Venezuela, antes cit. (párs. 145-146); la Decisión sobre jurisdicción de 2012 en el asunto Pac Rim Cayman c. El Salvador, antes cit. (pár. 2.99); o el Laudo de 2015 en el asunto Gremcitel c. Perú, antes cit. (pár. 185).
136 2006 French BIT Model (art. 1.3), disponible en http://www.italaw.com/documents/ModelTreatyFrance2006.pdf (dic. 2016).
137 No nos detendremos en este trabajo en el concepto de control. Baste con señalar que se trata de un concepto flexible y variable, cuya verificación requiere analizar las circunstancias de cada caso. En el Laudo de 16 de febrero de 1994 en el asunto Vacuum Salt c. Ghana el Tribunal señaló (CIADI núm. ARB/92/1, pár. 43) que:
«[…] “foreign control” within the meaning of the second clause of Article 25(2)(b) does not require, or imply, any particular percentage of share ownership. Each case arising under that clause must be viewed in its own particular context, on the basis of all of the facts and circumstances. There is no “formula”. It stands to reason, of course, that 100 percent foreign ownership almost certainly would result in foreign control, by whatever standard, and that a total absence of foreign shareholding would virtually preclude the existence of such control. How much is “enough”, however, cannot be determined abstractly. Thus, in the course of the drafting of the Convention, it was said variously that “interests sufficiently important to be able to block major changes in the company” could amount to a “controlling interest” (Convention History, Vol. 11, 447); that “control could in fact be acquired by persons holding only 25 percent of” a company’s capital (id., 447-48); and even that “51% of the shares might not be controlling” while for some purposes “15% was sufficient” (id., 538). […]»
Con carácter general, cabe entender que una persona jurídica está controlada por otra si esta última tiene la facultad de nombrar a la mayoría de sus administradores o tiene capacidad para dirigirla de otra forma. Véase en este sentido el art. XXVIII.n) del Acuerdo General de Comercio de Servicios de la OMC (GATS).
138 APPRI de 2 de noviembre de 1995, cuyo art. 1.1.b) incluye dentro del concepto de inversor a las sociedades «constituidas en una de las Partes contratantes y [que] estén efectivamente controladas por inversores de la otra Parte Contratante».
139 Subrayado añadido.
140 Véase a este respecto DÍEZ-HOCHLEITNER, J., e IZQUIERDO SANS, C., «Las inversiones a través de sociedades locales en los APPRIs celebrados por España con países de Latinoamérica», REEI, núm. 7, 2003 (especialmente pgs. 8 ss.).
141 Decisión sobre jurisdicción de 25 de septiembre de 1983 (CIADI núm. ARB/81/1, pár. 14; disponible en ICSID Reports, vol. 1, 1993, pgs. 377 ss.).
142 Decisión sobre jurisdicción de 1984, antes cit. (párs. 28 ss.).
143 NATHAN, W., The ICSID Convention: The Law of the International Center for Settlement of Investment Disputes, Juris publishing, 2000 (en pg. 97).
144 Véase WISNER, R., y GALLUS, N., «Nationality Requirements in Investor-State Arbitration», JWIT, 2004, núm. 6, pgs. 927-945 (en pg. 936).
145 Laudo de 1994, antes cit. (pár. 36).
146 Decisión sobre jurisdicción de 2005, antes cit. (párs. 315 ss.). Nótese que en este caso el Tribunal descartó la aplicación del criterio del control último (pár. 264).
147 Ibid. (párs. 264 y 321).
148 APPRI entre Estados Unidos y la República Democrática del Congo (antiguo Zaire) de 3 de agosto de 1984 (art. VII.6).
149 Decisión sobre la competencia y admisibilidad de 29 de julio de 2008 (CIADI núm. ARB/05/21, párs. 100 ss.).
150 Ibid.
151 Laudo de 7 de julio de 1998 (SCC, pgs. 57 ss.).
152 Laudo de 30 de abril de 2004 (CIADI núm. ARB(AF)/00/3, pár. 80, subrayado añadido).
153 Decisión sobre jurisdicción y admisibilidad de 2008, antes cit. (párs. 82-83, subrayado añadido).
154 Ibid. (pár. 82).
155 Laudo de 2008, antes cit (pár. 147, subrayado añadido). Véase no obstante el voto disidente del árbitro G.D. Aldonas.
156 Ibid. (pár. 121, subrayado añadido).
157 Véase supra epígrafe 3.1 de este trabajo.
158 El precepto comienza señalando que se entenderá como nacional de otro Estado Contratante a «(b) toda persona jurídica que, en la fecha en que las partes prestaron su consentimiento a la jurisdicción del Centro para la diferencia en cuestión, tenga la nacionalidad de un Estado Contratante distinto del Estado parte en la diferencia […]».
A este respecto, C.H. SCHREUER ha escrito que una interpretación sistemática del art. 25.2(b) milita en contra de la aplicación de un test de control respecto de esa primera parte (antes transcrita) y lo ha explicado en los siguientes términos (en The ICSID Convention: A Commentary, ob. cit., p. 279-280):
«The second clause of Art. (25(2)(b) provides that a juridical person, even though it possesses the nationality of the host State, may be treated as a foreign investor by way of a special agreement ‘because of foreign control’. By relying on control for the exception to host State nationality, the provision implies that host State nationality is not based on control. Therefore, it is clear that the control test cannot be applied to explain the word “nationality” in the second clause of Art. 25(2)(b). It is unlikely that the word “nationality” used earlier on in the same sentence in a more general context has a different meaning. […]»
159 Véase supra epígrafe 3.2 de este trabajo.