Читать книгу Anuario de Derecho Administrativo sancionador 2021 - Manuel Rebollo Puig - Страница 7

Si las actividades administrativas discrecionales parecen por naturaleza inmunes al control judicial, este privilegio de origen admite, sin embargo, varias excepciones que conviene adelantar sistemáticamente.

A) Fiscalización indirecta por razones de legalidad: se controlan los elementos reglados del acto, cuya anulación puede arrastrar la del acto completo.

B) Fiscalización directa por razones de equidad.

El control judicial de la discrecionalidad administrativa se desarrolla, pues, en círculos concéntricos. En el primero no se revisa el elemento discrecional propiamente dicho sino los elementos reglados que concurren en el acto. Ahora bien el acto administrativo que haya superado esta prueba –que es un test de legalidad– todavía puede ser fiscalizado en el siguiente círculo, que no es de legalidad sino de equidad (en la terminología corriente: control por principios generales y similares, como se irá viendo luego).

En la práctica esto se plasma en el curso de dos fases. Primero se examina si en el procedimiento o en la misma decisión se ha vulnerado algún precepto del Ordenamiento de acuerdo con los parámetros tradicionales. De no ser así, si no pueden alegarse motivos de legalidad, puede ensayarse posteriormente un control de equidad.