Читать книгу El triunfo del amor sobre el ego - Saeed Habibzadeh - Страница 36

El que verdaderamente escucha no tiene que demostrarlo con un permanente gesto afirmativo de la cabeza o un "sí, sí". Sin embargo, la mayoría de nosotros cree eso. Pensamos inconscientemente que es una señal de desinterés o de mala educación si nos quedamos callados y simplemente escuchamos. Constatamos este fenómeno frecuentemente al hablar por teléfono.

La verdad es que escuchar es algo muy importante, pero que no podemos aprender en ningún lugar. Escuchar es mucho más que quedarse callado. Cuando guardamos silencio, muchas veces se debe a que estamos furiosos porque no estamos de acuerdo con lo escuchado. Muchas veces no escuchamos verdaderamente, sino que estamos buscando argumentos en contra. Así hacemos imposible el intercambio comunicativo.

Escuchar significa que nos callemos y permitamos que las palabras del hablante influyan en nosotros. Nos esforzamos por entenderlo a él, sus pensamientos y sentimientos.

Escuchar es la capacidad de permitir que el contenido del hablante llegue a nosotros.

Sin esta habilidad, no es posible una comunicación constructiva.

Comunicación es un intercambio de informaciones y contenidos. También como hablantes deberíamos aprender a formular los contenidos de tal manera que nuestro oyente escuche exactamente lo que queremos decir. A su vez, también deberíamos esforzarnos por asumir los contenidos que transmite nuestro hablante tal y como él los ha expresado.

Escuchar es la capacidad de sumergirse en el mundo del hablante y dejar que nos entren los contenidos de sus expresiones.

La comunicación solo es posible si es sincera. Sinceridad es la circulación de la verdad en ambas direcciones. Un intercambio comunicativo incluye dar la verdad, recibirla y aceptarla.