Читать книгу Mujeres, una por una - Shula Eldar - Страница 9

DIFERENCIA SEXUAL Y MODOS DE GOCE

Оглавление

Sabemos que tradicionalmente los hombres pueden separar amor y goce sexual o que, esa separación misma, es condición de su goce. La elección masculina, dentro de la lógica fetichista, exige que el objeto de goce pueda ser recortado del cuerpo del otro para obtener la satisfacción sexual propia. Este goce puede ser un goce mudo, un goce del objeto aislado en el cuerpo del otro.

La mujer, por su parte, consiente con frecuencia en ocupar ese lugar de objeto de goce para el hombre pero para obtener, de éste, un signo de amor. Tradicionalmente, la obtención del amor, del signo de amor, constituye para la mujer la condición para su goce. Si el hombre se interesa en la ropa interior femenina, la mujer se interesa en las palabras y los signos de amor, en ser la elegida; de ahí la afinidad del goce femenino con la posición erotomaníaca y el carácter de estrago que la ausencia del amor puede tener para la mujer mientras que, para el hombre, el objeto aparece más en el registro de lo sustituible.

Decía que tradicionalmente éstas son las posiciones masculina y femenina ante el amor y el goce sexual. Sin embargo, cada vez más, esta distinción parece perder relevancia a la hora de repartir las aguas entre hombres y mujeres. Muchas mujeres, actualmente, mantienen posiciones activas de goce al margen del discurso amoroso, lo que lleva a primar la metonimia, la serie, la sustitución de partenaires —en ocasiones con el auxilio de Internet—, sobre la metáfora del amor.

Esta metonimia del objeto intercambiable, en mayor medida masculina, viene a sustituir a la metonimia de los rasgos y objetos de la feminidad que la niña toma de la madre. Sustituye a esos bits of bits, «pedacitos que jamás lograrán formar una mujer», en palabras de Marie-Hélène Brousse.13

Mujeres, una por una

Подняться наверх