Читать книгу Amar sin miedo a malcriar - Yolanda Gónzalez Vara - Страница 22
¿QUIÉN CAMBIA?
Оглавление¿Se puede entonces parar ese círculo en el que tantas veces nos sentimos atrapados? ¿Es posible?
A lo largo de la exposición, hemos visto que es posible a condición de que comprendamos que los conflictos son fruto de la interacción y que somos los adultos quienes hemos de cambiar la actitud hacia quienes están en edades tempranas del desarrollo.
Cuando esta comprensión ocurre en la consulta o en los grupos de padres-madres, profesional y personalmente siento una gran satisfacción. De pronto el adulto se coloca en una posición diferente para comprender al pequeño que tiene delante. Lo mira y lo siente, antes de caer en cualquier respuesta compulsiva.
Por supuesto que no es el profesional especializado quien cambia al pequeño con un listado de normas, límites, etc. que ofrece a los padres para su ejecución, sino que es la empatía de los adultos respecto al proceso emocional y evolutivo del niño/a la que mejora la calidad del vínculo y la relación.
Y, desde ahí, comienzan a producirse cambios asombrosos que constatamos en la siguiente sesión familiar, en el grupo de padres, o en la formación de profesores, según el caso.
Cambios que no responden tanto al «qué hacer» como al cambio de percepción interna que se manifiesta en la propia interacción con el hijo o alumno y que ha generado esa transformación en la relación.