Читать книгу En la mente de un perro - Alexandra Horowitz - Страница 16
PERRÓLOGOS
ОглавлениеSigo hablando aún de la mirada «cómplice» de Pump, o de que se siente contenta o de que es caprichosa. Son expresiones que para mí encierran algo especial. Pero no albergo ninguna ilusión de que ese algo coincida con lo que ella experimenta. Sigo adorando sus lametones, pero también me encanta saber lo que significan para ella y no sólo lo que representan para mí.
Si conseguimos imaginar el Umwelt de los perros, podremos deconstruir otros antropomorfismos —el de la culpa del perro por morder los zapatos; el de una ira vengativa plasmada en ese pañuelo Hermès nuevo hecho trizas— y reconstruirlos teniendo en mente lo que sabemos sobre el perro. Intentar comprender la perspectiva del perro es como ejercer de antropólogo en tierra extraña, una tierra habitada únicamente por perros. Es posible que no podamos traducir perfectamente todos y cada uno de sus movimientos de cola y sus ladridos, pero basta con observarlos detenidamente para conseguir interpretar buena parte de ellos. Así pues, fijémonos en qué hacen los nativos de esa tierra.
En los capítulos que siguen veremos las muchas dimensiones que configuran el Umwelt del perro. La primera es histórica: la evolución del perro a partir del lobo y en qué se parece y se distingue de su ancestro. Las formas de criar a los perros por las que nos decidimos condujeron a ciertos sistemas intencionales y a algunas consecuencias imprevistas. La segunda dimensión procede de la anatomía: la capacidad sensorial del perro. Necesitamos apreciar lo que el perro huele, ve y oye... y si existen otros medios con los que sentir el mundo. Tenemos que imaginar lo que se ve desde una altura de unos sesenta centímetros del suelo, y desde detrás de ese hocico. Por último, el cuerpo del perro nos lleva a su cerebro. Hablaremos de las aptitudes cognitivas del perro, cuyo conocimiento nos puede ayudar a interpretar su comportamiento. Juntas, estas dimensiones pueden dar respuesta a las preguntas de qué piensan, qué saben y qué entienden los perros. En última instancia, nos servirán como base para dar un salto imaginativo al interior del perro: a medio camino de convertirnos simbólicamente en perros.