Читать книгу Derecho humano a la comunicación: Desconcentración, diversidad e inclusión - Cynthia Ottaviano - Страница 26

Somos lo que la sociedad hace de nosotros/as

Оглавление

Ni receptores/as. Ni objetos. Ni sujetos aislados y desapoderados. La irrupción de la Escuela Psicológica francesa en el campo comunicacional, como ya aparecía en Lévi-Strauss, considerará que las maneras de pensamiento y acción son el resultado de una sociedad.

La persona siempre es social, de manera que somos consecuencia de lo que la sociedad es. De allí que la perspectiva científica comienza a superar la ideología individualista, al considerar que el “individuo vive de ideas sociales” (Dumont, 1970: 323).

Individuo, seres humanos y sociedad serán las palabras clave. En 1989, Elías sintetizará la dicotomía entre el sujeto y la estructura por un lado y el individuo y la sociedad por el otro. Desde su mirada, individuo y sociedad no son objetos con existencia separada, sino “aspectos distintos, pero inseparables, de los mismos seres humanos ( ) los seres humanos solo pueden comprenderse inmersos en un cambio estructural”.

Hay margen para la decisión individual, en tanto sea posibilitado por la estructura “y la constelación histórica de la sociedad en la que vive y actúa”, comprendiendo que el individuo es “moneda y matriz”, porque “es moldeado por la sociedad y también moldea a su vez”.

Esa interrelación constante encuentra una contradicción en Bourdieu (1987) que lo lleva a sostener que la situación podría ser modificada, cuando el “hombre” produzca las circunstancias necesarias, una vez que, en realidad, esas circunstancias produjeron al “hombre”.

Cuando la búsqueda dominada de la distinción lleva a los dominados a afirmar lo que los distingue —reflexiona Bourdieu—, es decir eso mismo en nombre de lo cual ellos son dominados y constituidos como vulgares, ¿hay que hablar de resistencia? Dicho de otro modo, si para resistir no tengo otro recurso que reivindicar eso, en nombre de lo cual soy dominado, ¿se trata de resistencia? ( ) Cuando los dominados trabajan para perder lo que los señala como vulgares, para apropiarse de eso, ¿es su función? Pienso que es una contradicción indisoluble, inscripta en la lógica misma de la dominación simbólica. La resistencia puede ser alienante y la sumisión liberadora, tal es la paradoja de los dominados y no se sale de ella (Bourdieu, 1987: 156).

Derecho humano a la comunicación: Desconcentración, diversidad e inclusión

Подняться наверх