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W. H. AUDEN

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por

CARMELO MEDINA

En los desiertos del corazón

Deja brotar la fuente sanadora,

En la prisión de sus días

Enseña al hombre libre como alabar.

(«In memory of W. B. Yeats»,

[‘En memoria de W. B. Yeats’], 1939)

Wystan Hugh Auden (York, 1907-Viena, 1973) fue el tercero de tres hermanos; con solo un año sus padres, él médico y ella enfermera, se trasladaron a Birmingham. Mantuvo buena relación con su padre y su madre, la cual, de espíritu religioso, le inculcó la atracción por la música, interpretando a veces juntos canciones al piano. Como sus hermanos mayores, desde los ocho años estuvo en internados, volviendo a su casa solo en vacaciones. De estos años recuerda sus visitas a los páramos y los montes Peninos, en el norte de Inglaterra, así como las minas de plomo y la industria derivada, que evocó en su poema «Amor Loci» y que le hicieron interesarse por los estudios de geología. A los quince años le sugieren escribir poesía y un año después, con solo dieciséis años, publicó sus primeros poemas en el periódico de su colegio, Gresham’s School, en Holt, Norfolk. En 1925 comenzó Biología en Oxford, en Christ Church, estudios que dejó al acabar el primer año por los de Literatura.

En Oxford conoció e hizo amistad con Cecil Day Lewis, Louis MacNeice y Stephen Spender, poetas que compartían una preocupación social común motivada por la crisis económica e ideológica dominante en Europa durante esos años. Era el período entre las dos guerras mundiales. En lo político, el fascismo se imponía en Italia, donde gobernaban desde 1922, avanzando en otros países europeos como Francia; en Inglaterra, Oswald Mosley fundó la British Union of Fascists, y en Alemania, Hitler era nombrado canciller en 1933. En lo social se sucedieron la depresión económica, la huelga general de 1926 y el colapso de la Bolsa de Nueva York en 1929. Estos hechos afectaron a todas las economías occidentales y al Reino Unido en particular; numerosas fábricas se cerraron y cientos de miles de trabajadores quedaron sin trabajo en todo el país, teniendo lugar las conocidas hunger marches («marchas de hambrientos»). La poesía de Auden y de los tres poetas mencionados se vio afectada por este período de crisis generalizada, como también lo sería la temática de toda la producción literaria de esos años. Sin embargo, a pesar de que estos poetas han sido con frecuencia identificados como «el grupo de Auden», en reconocimiento a la preeminencia de este autor, no puede hablarse de que constituyeran un grupo establecido ya que cada uno seguiría su propio camino. En opinión del propio Auden:

Desde un punto de vista literario, la costumbre periodística de unir los nombres de Auden, Day Lewis, MacNeice y Spender siempre ha sido y es un absurdo. Incluso si, según parece, existe una preocupación común —digamos que política—, nuestra aproximación a la misma, nuestras sensibilidades y nuestras técnicas fueron siempre diferentes.

Asimismo, mantuvo una intensa amistad con Christopher Isherwood, a quien ya conoció en la escuela primaria y que reencontró en Oxford; juntos escribieron varias obras. Al acabar sus estudios en Oxford, en 1928, Auden se marchó nueve meses a Berlín, ciudad que gozaba de unos años de gran dinamismo cultural; después continuaría viajando a Alemania para visitar a Isherwood. Esta estancia le ayudó a imbuirse en la cultura alemana y a conocer mejor el pensamiento de Sigmund Freud, cuya influencia puede percibirse tanto en su obra poética como en la evolución de su pensamiento; estando en América le dedicó el poema «In memory of Sigmund Freud» (‘En memoria de Sigmund Freud’). También recibiría influencias del dramaturgo Bertolt Brecht, con quien incluso colaboró en una adaptación de La duquesa de Malfi, escrita en 1623 por el dramaturgo inglés John Webster. De vuelta en su país comenzó a trabajar como profesor en centros de enseñanza no universitaria de Escocia e Inglaterra, desde 1930 a 1935, actividad de la que él conservó un grato recuerdo y en la que era y se sintió apreciado.

Si algo hay que destacar de la producción literaria y poética en particular de Auden, es una actitud proteica en su aproximación a los hechos que le rodeaban. Podemos distinguir dos claros períodos en su obra: antes y después de abandonar su país y establecerse en Estados Unidos a comienzos de 1939; decisión que fue muy criticada en los círculos literarios de su país, llegando a considerarlo un acto de cobardía en un momento en el que estaba a punto de comenzar la Segunda Guerra Mundial. Durante su estancia en América adoptará un tono más personal en la temática de su poesía, desmarcándose así del compromiso social que había mantenido en su país y llegando a corregir algunos de los poemas más comprometidos de la época anterior e incluso a eliminarlos de su canon poético.

Antes de comenzar con su importante producción poética conviene hacer una breve incursión en otros campos de su actividad literaria. Como dramaturgo, escribió tres obras junto con Isherwood entre 1935 y 1939; también colaboró en la puesta en escena de varias obras con el Group Theater. Además, escribió numerosos ensayos y reseñas sobre los más variados temas. El mismo año de su muerte se publicó una recopilación, Prólogos y epílogos. También escribió libretos de óperas, como Paul Bunyan, en 1941, para Benjamin Britten y, en colaboración con Chester Kallman, para los compositores Igor Stravinsky, Werner Henze y Nicolas Nabokov. Cuando dejó su trabajo como profesor colaboró con una productora cinematográfica y escribió el texto de un documental, Night Mail (‘Correo nocturno’). A Auden, como a muchos otros escritores de esos años, le interesaba el cine por las posibilidades que ofrecía para experimentar nuevas técnicas narrativas. No obstante, junto con otros escritores de izquierda, criticaba que el potencial educativo que el cine ofrecía como medio de educar a las masas a quienes va dirigido era dejado en manos del capitalismo. La experiencia de Auden con este medio no fue satisfactoria.

Una reedición en 1994 de los poemas que escribió Auden entre 1922 y 1928, Juvenalia, ha puesto de relieve cómo desde sus comienzos mostraba una excelente técnica y dominio del medio poético. La primera edición significativa de sus poemas fue Poems (‘Poemas’, 1930), en Faber and Faber, avalada por T. S. Eliot. Una edición revisada aparecerá en 1932, año en el que publicó The Orators: An English Study (‘Los oradores: un estudio inglés’), en el que compagina el verso y la prosa. En ellos, además de poesía amorosa, hay una crítica a la clase dirigente y un cierto aire revolucionario, envuelto en un lenguaje que puede resultar algo contradictorio ya que compagina lo coloquial y lo arcaico, trivial y distinguido, y que adolecían de cierta oscuridad. Auden era consciente de ello y en Los oradores quiso publicar una introducción justificándola, cosa que no hizo a petición de Eliot. A partir de esos años se convertiría en un referente poético a escala nacional y líder del grupo de poetas de izquierdas de los años treinta. En los años siguientes, su atención se dirigió al teatro, como ya se ha apuntado.

Su siguiente volumen de poesía será Look Stranger! (‘¡Mira desconocido!’, 1936), que dedicó a Erika Mann, hija del novelista alemán Thomas Mann, con quien, a pesar de su homosexualidad, había contraído matrimonio en 1935 para facilitarle un pasaporte inglés con el que pudiera evitar la persecución nazi. Este volumen, que se publicó en América con el título On this Island (‘En esta isla’), contiene treinta y un poemas sobre la naturaleza del amor y sobre el amor erótico. Auden va evolucionando hacia la temática social utilizando una mayor claridad y simplificación para facilitar su comprensión. A este respecto cabe señalar que tanto él como el grupo de poetas de Oxford ya mencionado intentaban una poesía más cercana al lector y criticaban la oscuridad de los poetas modernistas, porque consideraban que era una poesía elitista. En 1936 viajó a Islandia con Louis MacNeice. Fruto de este viaje es el volumen en versos y prosa Cartas de Islandia (1937), que incluye el poema autobiográfico «Carta a Lord Byron», en el que rechaza la autonomía del arte y la superioridad del artista que defendían los románticos y los modernistas.

En enero de 1937, Auden fue a España en solidaridad con la lucha contra el fascismo y con la intención de colaborar conduciendo una ambulancia. Estuvo poco tiempo, siete semanas, y su experiencia fue desilusionadora. No obstante, de vuelta a su país, escribió su poema más importante de compromiso y acción política de izquierdas, «Spain 1937» (‘España, 1937’), con sus veintiséis estrofas y ciento cuatro versos, apareció publicado de forma individual cediendo los derechos de su venta a Medical Aid for Spain. Su mensaje más controvertido es el de «la necesidad de matar» para mantener la revolución, que aparece en los versos 93 y 94: «Hoy el incremento deliberado en las probabilidades de muerte / la aceptación consciente de la culpa en la necesidad de matar». Un concepto que Auden ya había defendido en un informe previo sobre la guerra, «Impressions of Valencia» (‘Impresiones de Valencia’), publicado en enero de 1937. He aquí los versos 89 a 92, estrofa 23, y 101 a 104, los cuatro últimos del poema, estrofa 26:

Mañana para los jóvenes poetas que explotan como bombas,

los paseos junto al lago, el invierno en perfecta comunión;

mañana las carreras de bicicletas

por los suburbios en las tardes de verano. Pero hoy la lucha.

[...]

Las estrellas están muertas. Los animales no mirarán.

Nos han dejado solos con nuestros días y el tiempo es breve, y

la Historia a los derrotados

puede decir ¡ay de mí! pero no puede ni ayudar ni perdonar.

Este poema será revisado por Auden, que, en un primer momento, eliminó los elementos más controvertidos; más adelante lo eliminaría de su canon poético y dejó de publicarlo (la versión de 1940, que es la que normalmente aparece en las antologías, contiene solo 92 versos y 23 estrofas). También eliminó de su canon otros poemas suyos de implicación política, como «September 1, 1939» (‘1 de septiembre de 1939’), escrito con motivo del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, y que él justificó porque correspondían a una «década deshonesta». Se ha dicho que «Spain» evita una clara implicación en defensa del gobierno republicano, algo que Auden ya había hecho en el conocido documento «Authors Take Sides» (‘Los autores toman partido’), un cuestionario realizado para expresar la opinión de los escritores sobre la guerra en España y que fue contestado por numerosos escritores. En él su respuesta es nítida a favor del gobierno republicano, e insiste en lo que era una decisión moral de los años treinta, la lucha entre fascismo y sus oponentes en Europa, «una victoria fascista en España crearía una atmósfera en la que el artista y todo aquel que se preocupa por la justicia, la libertad y la cultura encontraría difícil trabajar e incluso existir».

En noviembre de 1937, considerado ya como uno de los máximos exponentes de la poesía de aquellos años, la revista New Verse le dedicó un número doble para celebrar el treinta aniversario de su nacimiento. En 1938, junto con Isherwood, recibe el encargo de escribir un libro sobre China de las editoriales Random House de Nueva York y Faber and Faber de Londres; ambos viajaron a este país coincidiendo con el comienzo de la guerra chino-japonesa. Fruto de siete meses en la zona fue Viaje a una guerra (1939), un libro en prosa con una secuencia de versos al final. En una segunda edición, revisada en 1973, ambos ofrecen unas breves consideraciones, second thoughts, que Auden desglosaba en literarias y políticas, sobre su contenido más acorde con su distanciamiento político. Destaca al final del libro una excelente secuencia de veinte sonetos, «En tiempo de guerra», seguida de un comentario a sus versos que pueden aplicarse a cualquier guerra: «Piensa en este año qué le gustó más a los bailarines / cuando Austria murió, cuando China fue abandonada / Shangai en llamas y Teruel retomada». De vuelta a su país, realizaron una breve estancia en Nueva York; unos meses después volverían a Estados Unidos para establecerse, adquiriendo la nacionalidad americana en 1946.

Dos días después de su llegada a América murió W. B. Yeats; a él dedicó como tributo uno de sus mejores poemas, que comienza: «Tierra recibe a un ilustre huésped: / William Yeats se entrega para descansar», en el que Auden, a lo largo de sus sesenta y cinco versos, divididos en tres partes de distinta longitud, se refiere a Yeats pero también se refleja a sí mismo como poeta. Muestra su posición respecto a la implicación política del poeta: «La loca Irlanda te lastimó en la poesía», y advierte que «la poesía no hace que suceda nada»; en su última estrofa, que se ofrece encabezando este estudio, Auden reflexiona sobre el poder terapéutico de la poesía. Era el anuncio de una nueva etapa en la vida de Auden, lejos de su implicación política anterior, en la que continuaría escribiendo excelentes poemas. Pronto se le ofrecieron puestos de responsabilidad en universidades americanas; en Yale dirigió la serie Yale Younger Poets, irradiando su influencia entre los jóvenes poetas americanos y publicando los primeros volúmenes de algunos de los que se convertirían en famosos poetas, como John Ashbery.

A los pocos meses de estancia en Nueva York conocería a Chester Kallman, un joven con el que permanecería unido el resto de su vida, tanto en Nueva York como posteriormente en sus estancias en Europa. Su primer volumen, publicado en América, fue Otro tiempo (1940), que contiene cincuenta poemas, entre ellos algunos de sus más celebrados sobre arte y artistas, además de la elegía a Freud y sus poemas eróticos que habían surgido influidos por su encuentro con Kallman, como «Canción de cuna», con cuarenta versos, que comienza con «Reposa tu cabeza dormida, amor mío». En este volumen los poemas transmiten optimismo y un tono más directo y personal.

A partir de este momento aparece en Auden una dimensión más religiosa, de carácter existencial, en la línea del filósofo danés Sören Kierkegaard. Fue una vuelta al anglocatolicismo de sus padres, cuyo gusto por lo ritual y sus manifestaciones externas tienen gran similitud con el catolicismo; este fue el grupo protestante también elegido por T. S. Eliot en su conversión. Su renacido interés por lo religioso queda reflejado en el volumen The Double Man (‘El hombre doble’, 1941). En su siguiente volumen, For the Time Being (‘Por ahora’, 1944), contiene los largos poemas: «El mar y el espejo: comentario a La tempestad de Shakespeare» y «For the Time Being: A Christmas Oratorio» (‘Por ahora: un oratorio navideño’), dedicado a la muerte de su madre. Le siguió The Age of Anxiety (‘Tiempo de ansiedad’, 1947), volumen dedicado a John Betjeman y que le valió el Premio Pulitzer. Es un largo poema, definido como joyceano por la utilización del monólogo interior, que trata del hombre moderno representado en cuatro personajes de diferentes edades, profesiones y orígenes, que se encuentran durante la guerra en un bar de Nueva York. En estos años Auden realiza un primer intento de establecer el canon de su poesía con The Collected Poetry of W. H. Auden (‘Poesía escogida de W. H. Auden’, 1945), que contiene poemas revisados. A algunos les cambia el título y otros simplemente no los publica; algo que volvió a realizar en sus Collected Shorter Poems, 1927-1957 (‘Selección de poemas breves, 1927-1957’).

Desde 1947 y hasta el final de su vida, Auden gozará de unos años de creatividad y reconocimiento público: en 1953 recibirá el Bollingen Prize, el año siguiente fue elegido miembro de la Academia Americana de las Artes y las Letras, y en diferentes países europeos también recibirá prestigiosos premios. Durante este cuarto de siglo hay que destacar sus estancias en la isla italiana de Isquia, en la bahía de Nápoles, y posteriormente en Kirchstetten, cerca de Viena; asimismo cabe mencionar los cinco años como profesor de poesía en Oxford, 1956-1961. Fueron unos años de gran actividad poética, en los que encontramos un renovado interés por la naturaleza, la utilización de un estilo coloquial y un tono relajado. Comenzó con la publicación de Nones (‘Ningunos’, 1951), que contiene el conocido poema en ritmo silábico «In Praise of Limestone» (‘Alabanza de la piedra caliza’), de noventa y tres versos, uno de los poemas favoritos de Auden en el que destaca el tema de la individualidad y que comienza así: «Si forma el paisaje del que nosotros, los inconstantes / estamos nostálgicos, es primordialmente / porque se disuelve con el agua». Con The Shield of Achilles (‘El escudo de Aquiles’, 1955), recibió el National Book Award, e incluye la secuencia de siete poemas de Viernes Santo, «Horae Canonicae», que se refieren a las horas específicas de rezo de los monjes, además de «Bucolics» (‘Bucólicas’) sobre la relación entre el hombre y la naturaleza, a los que siguen otros poemas como «The Shield of Achilles»; en él se hace una alegoría de la cultura de la violencia en el mundo occidental, utilizando el escudo hecho para Aquiles por el dios Hefestos, en el que puede verse reflejadas diferentes escenas. De sus sesenta y siete versos y nueve estrofas, se ofrece la estrofa séptima, versos 45 al 52, en los que aparece Tetis, la madre de Aquiles:

Ella miró sobre sus hombros

para ver atletas practicando sus juegos,

hombres y mujeres danzando

moviendo sus dulces extremidades

rápido, rápido al son de la música,

pero allí en el escudo brillante

sus manos no habían preparado ninguna pista de baile

sino un campo ahogado en malas hierbas.

De sus últimos volúmenes destacamos: Homage to Clio (‘Homenaje a Clío’, 1960), About the House (‘Sobre la casa’, 1965), con poemas dedicados a cada una de las habitaciones de su nueva casa en Austria; City Without Walls (‘Ciudad sin muros’, 1970); Epistle to a Godson (‘Epístola a un ahijado’, 1972), y el volumen póstumo, Gracias, niebla (1974), traducido al español en 2000. La crítica no ha sido unánime en la valoración de los poemas de esta última época, aunque contiene poemas de gran calidad, en los que utiliza nuevos estilos y un lenguaje más directo. Los temas de la muerte y de la edad son más frecuentes, siendo tratados con una actitud que evita el sentimentalismo. Asimismo, es frecuente la utilización que hace del haiku japonés que, con su concisión, le permitía expresar mejor sus imágenes y sentimientos.

Auden fue un hombre de su tiempo, que vivió con intensidad algunos de los años más decisivos en la historia del mundo moderno. En poesía combinó diferentes temas y estilos, armonizándolos, utilizando gran variedad de formas en sus poemas, tradicionales y no; revitalizó la balada y el soneto, y utilizó un lenguaje de gran riqueza, coloquial y elegante a la vez. Se implicó sucesivamente en lo social y lo político, lo individual y lo religioso, las relaciones interpersonales y su amor por la naturaleza. A pesar del desencuentro con su país de origen, motivado por su establecimiento en América en unas fechas difíciles, el Reino Unido le tributó un sentido homenaje el 21 de febrero de 2007, con motivo del centenario de su nacimiento, reconociéndole su estatus como uno de los grandes poetas ingleses del siglo XX.

Bibliografía

Stephen Spender, W. H. Auden: A Tribute, Nueva York, Macmillan, 1975; Samuel Hynes, The Auden Generation. Literature and Politics in England in the 1930s, Londres, Bodley Head, 1976; Humphrey Carpenter, W. H. Auden: A Biography, Boston, Houghton Mifflin, 1981; Edward Mendelson, Early Auden, Nueva York, Viking Press, 1981; Ronald Carter, Thirties Poets: ‘The Auden Group’, Londres, Macmillan, 1984; Alan Ansen (1990), Charlas con W. H. Auden, Valencia, Institució Alfons el Magnànim, 1993; Richard Davenport-Hines, Auden, Londres, Heinemann, 1995; John Fuller, W. H. Auden: A Commentary, Princeton, Princeton University Press, 1998; Edward Mendelson, Later Auden, Nueva York, Farrar, Strauss and Giroux, 1999; Stan Smith (ed.), The Cambridge Companion to W. H. Auden, Cambridge, Cambridge University Press, 2005.

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