Читать книгу La certificación forestal: un instrumento económico de mercado al servicio de la gestión forestal sostenible - Fernando García-Moreno Rodríguez - Страница 14

I.2. El interés nacional e internacional, difuso, pero siempre presente, de preservar los bosques evitando su deforestación e incluso degradación, como antecedente primigenio y germen de lo que con el tiempo terminará persiguiendo la Certificación Forestal y constituyendo más tarde la Gestión Forestal Sostenible

Оглавление

En el presente apartado me propongo demostrar, tal y como reza el título del mismo, que siempre ha habido un interés nacional e internacional, siquiera haya sido éste difuso, por preservar y salvaguardar los bosques con el objetivo de evitar su deforestación, e incluso, su degradación, constituyendo de esta forma un antecedente remoto, primigenio y ciertamente, poco evolucionado y estructurado, de lo que con el pasar de los años terminará persiguiendo, asimismo, la Certificación Forestal y en mayor medida aún que esta última, la Gestión Forestal Sostenible25.

Es evidente que el interés difuso e indefinido por preservar y salvaguardar los bosques a que me he referido con anterioridad y que concurre no sólo a nivel nacional, de España, sino igualmente a nivel internacional, no acontece, ni mucho menos, por las mismas razones y con el mismo propósito que la Certificación Forestal, y menos aún, que la Gestión Forestal Sostenible –dado que las razones de una y otra ni tan siquiera se vislumbraban por aquel entonces, como por otro lado es del todo lógico y comprensible–, sino por razones, si se me permite, menos sublimes y más pragmáticas, que se resumen, sobre todo en un principio, en asegurar el suministro de aprovechamientos forestales venideros. En definitiva, bien puede aseverarse que el motivo, causa o razón fundamental que llevaba a los ancestros a proteger y salvaguardar los bosques era casi exclusivamente económica26, al menos, inicialmente, pues con el pasar de los años, a esta última, se fueron incorporando paulatinamente otras, si bien nunca llegaron a tener la preeminencia de aquella, que, debo apostillar, aun hoy en día sigue teniendo, aunque no se quiera reconocer.

Tal hecho, es decir, el tratar de proteger y salvaguardar los bosques por su potencial económico, el cual nunca se ha terminado de explicitar de manera clara, sobre todo en las primeras normas reguladoras de las masas montuosas –como aludía de manera muy evocadora el legislador español del Siglo XIX para referirse a los montes–, es precisamente lo que ha motivado lo difuso, vago e impreciso de la regulación protectora y en cierta medida, aun sin ser conscientes de ello, conservadora de los mismos. En cualquier caso y sea como fuere, lo realmente cierto e indiscutible es que, por unas u otras razones, a veces cambiantes, siempre ha existido una tendencia de protección y salvaguarda de los bosques que, de un modo u otro, ha constituido el germen de la actual Certificación Forestal y en mayor medida que ésta, de la Gestión Forestal Sostenible, pues tanto la una como la otra no buscan en última instancia sino preservar los bosques compatibilizando tal propósito con la explotación económica racional de los mismos, a la par que la utilización de estos últimos con fines sociales y culturales27.

La certificación forestal: un instrumento económico de mercado al servicio de la gestión forestal sostenible

Подняться наверх